Por: Guillermo Alvarado
Faltan menos de siete meses para las llamadas elecciones de medio término, cuando se renovará el total de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y la tercera parte del Senado, y soplan ya augurios de que el partido Republicano podría perder la mayoría en ambos órganos legislativos, una eventualidad que quita el sueño a no pocos líderes de esa agrupación.
La víspera el diario The Washington Post publicó un artículo donde dice que el partido de los elefantes, por el pobre animalito que usan como distintivo, está comenzando a inyectar dinero y recursos para mantener su estrecha ventaja en el Senado, que es de 51 a 49 escaños.
Si bien hay quienes sueñan con aumentar esta endeble mayoría, la vida ha demostrado que en apenas un año las simpatías hacia el proyecto de nación encabezado por el presidente Donald Trump, y defendido por los republicanos, ha sufrido una considerable erosión.
Ejemplo de ello fue lo ocurrido en diciembre pasado en Alabama, cuando los ciudadanos eligieron por primera vez en 25 años a un miembro del partido Demócrata para que los representara en el Senado, y dieron la espalda a un desprestigiado Ray Moore, a pesar de que éste contó con el apoyo irrestricto de Trump.
Tras esa derrota corrió el rumor de que algunos líderes republicanos, entre ellos el halcón Paul Ryan, estaban pensando saltar del barco antes de noviembre para no cargar con la responsabilidad de una debacle en esos comicios.
Según el analista Brent Budowsky, uno de los puntos débiles del partido que llevó a Trump a la casa blanca es que en la mente de muchos votantes se le comienza a identificar como aliado íntimo de los sectores más ricos de la sociedad y ajeno a las necesidades de los desposeídos, muy golpeados por medidas como la reforma fiscal y los intentos de desmontar el programa de salud del expresidente Barack Obama.
Respecto a esto último, recuerda Budowsky, hay millones que van a votar en las legislativas de noviembre y que estarían destinados a perder su seguro médico si avanzan las tentativas de eliminar el “Obamacare”.
Es verdad que el presidente Trump aún conserva muchos votos en los estados conservadores que le permitieron llegar al poder, y donde aún despiertan cierto entusiasmo el aislacionismo y el endurecimiento de las políticas contra los inmigrantes, pero también lo es que crecen las dudas sobre el rumbo del país.
A mi juicio hay al menos tres variantes que podrían definir el resultado de las elecciones de medio término. En primer lugar figura si el jefe de Estado se suma a las iniciativas para hallar una solución política a la crisis en la Península de Corea, o mantiene el tono belicista que podría desatar un conflicto que nadie quiere.
La segunda variante es si hace caso de las advertencias y baja los decibeles a una guerra comercial con China, potencia que anunció que está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias, que serían ruinosas para el consumidor norteamericano.
Por último, si pone fin a su pantagruélico proyecto del muro en toda la frontera con México y cesa sus chantajes contra el país latinoamericano. Tiempo al tiempo amigos y mucho ojo, y oídos, a lo que está por venir.