El reto de ser periodista en algunas naciones de América Latina

Editado por Jessica Arroyo Malvarez
2018-04-16 09:45:16

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Por María Josefina Arce

El reciente secuestro y posterior asesinato de un equipo de prensa del diario ecuatoriano El Comercio trae a colación nuevamente un fenómeno que es hoy parte de la cotidianeidad de América Latina. Ejercer el periodismo se ha convertido en un peligro en la región.

El equipo periodístico había viajado a la frontera con Colombia para recabar información sobre la violencia generada en la zona por grupos armados ilegales colombianos.

Las muertes de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra y en las últimas horas de la periodista salvadoreña Karla Turcios se suman a la ya larga lista de profesionales de los medios de comunicación que son ultimados por informar y denunciar lo que acontece en cada país, sobre la corrupción, el crimen organizado y el narcotráfico.

Solo el pasado año unos 42 periodistas fueron asesinados en nueve países de América Latina, siendo México la nación que contabilizó gran parte de estos lamentables hechos, con un 62 por ciento.

Mientras que en los primeros 35 días del presente ya siete profesionales del sector habían sido ultimados.

Es un hecho la muerte a manos de sicarios pagados por políticos corruptos, financiados por el narcotráfico, de trabajadores de la prensa por ser críticos y éticos, por cumplir con su objetivo de da a conocer la verdad.

Con total impunidad se realiza lo que muchos han llamado limpieza permanente, paradójicamente en una región donde no hay ninguna guerra.

Guadalupe Fierro, presidenta de la Unión Nacional de Periodista de Ecuador, afirmó que sus compañeros "que se encontraban cumpliendo su deber cubriendo hechos noticiosos", al tiempo que alertó que "estas prácticas coercitivas" son "violatorias de la libertad de expresión" y forman parte "de la política de amedrentamiento de fuerzas antidemocráticas y delincuenciales".

Según el informe “Libertades en Resistencia”, divulgado el pasado año por la sección México de la ONG internacional Artículo 19, el 99.7 por ciento de las investigaciones por agresiones a periodistas permanecen archivadas en la impunidad.

Precisa el documento que de 798 averiguaciones iniciadas desde 2010, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión ha resuelto sólo tres casos.

Pero en su trabajo diario los periodistas también se enfrentan a golpizas, amenazas de muerte e incluso espionaje telefónico de las autoridades, como han denunciado los trabajadores del gremio en México.

Aunque estos no son los únicos problemas, en algunas naciones del área la llegada al poder de gobiernos neoliberales ha llevado al cierre de medios de comunicación. Ese es el caso de Argentina, donde el presidente Mauricio Macri puso fin a las transmisiones de la cadena noticiosa latinoamericana TELESUR.

Se estima que unos 3 MIL trabajadores del sector han quedado en la calle y esa pluralidad de voces y el fin de la persecución al periodismo crítico que pregonó Macri durante su campaña se quedó en el olvido.

La realidad es que intimidaciones, secuestro, asesinato y pérdida de su empleo son algunos de los riesgos que enfrentan hoy en el mundo y sobre todo, en América Latina, quienes aman su profesión de comunicadores y tienen la misión de informar y denunciar los problemas que enfrentan sus países.



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