Por María Josefina Arce
El descontento entre los argentinos por la gestión del gobierno del presidente Mauricio Macri se ha ido intensificando y ya en la actualidad el 75 por ciento opina que la situación de la nación suramericana es mala.
Los ciudadanos argentinos tienen menos o poca confianza en el actual ejecutivo, desconfianza que también se extiende a muchos de los que votaron por el actual mandatario en las elecciones generales de 2015.
Muchos ven como se diluye la promesa electoral de llevar a una reactivación de la economía. Hoy Argentina, a poco más de dos años de la llegada de Macri a la Casa Rosada, está peor y la ciudadanía vive con temor y la amenaza de engrosar la fila de los pobres.
Hasta ahora los argentinos han sufrido despidos e incontables aumentos de los precios de los servicios básicos, una situación que opinan empeorará ante la presencia nuevamente en el país del FMI, Fondo Monetario Internacional.
De hecho Buenos Aires, la capital, califica como la segunda ciudad de América Latina con el costo de vida más elevado, de acuerdo con un estudio del banco suizo UBS Group AG, citado por varias agencias de prensa y elaborado a partir de comparaciones entre precios y salarios de 77 ciudades del mundo.
Señala el informe que actualmente en Buenos Aires el pago de los servicios públicos implica un 21% de los ingresos familiares, cifra que representa un alza de 15% respecto a 2015.
Desde la llegada de Macri a la Presidencia hasta abril de 2018, el agua aumentó 375%; el gas 300%; el transporte 100% y la electricidad 700%, un panorama que no parece vaya a mejorar pues el jefe de estado vetó la semana pasada la ley de emergencia tarifaria, que buscaba retrotraer a 2017 y congelar los precios de los servicios básicos este año.
A esto se suma que un estudio del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica, publicado en abril, reveló que en lo que va de gestión de Macri, la pobreza llega a 34,5%, cifra que se traduce en 13 millones de pobres en una población de 43,85 millones de argentinos.
Para la mayoría de los ciudadanos la situación se ha hecho insostenible por eso, volverán a las calles para denunciar una vez más la política neoliberal del gobierno, que desconoce los derechos de los trabajadores.
El tercer paro nacional contra el gobierno tendrá lugar en los próximos días para mostrar el descontento de los argentinos por el veto presidencial a la ley de emergencia tarifaria.
La pasada semana el territorio nacional fue escenario de una marcha nacional por Pan y Trabajo, que reunió a cientos de miles de personas para exigir al gobierno un conjunto de leyes en beneficio de la población y rechazar el acuerdo establecido recientemente con el FMI.
“No más ajuste” y “No al regreso del FMI” fueron algunas de las consignas de la multitudinaria protesta que evidenció el descontento de gran parte de la población, que sufre con especial fuerza lo ajustes de una política neoliberal que ya demostró su fracaso para hacer avanzar a un país donde crecen la pobreza y la miseria.