Golpistas al acecho: Haddad en el punto de mira

Editado por Bárbara Gómez
2018-09-13 22:27:55

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Por: Arnaldo Musa.Cubasí.

Tal como se esperaba, Fernando Haddad ocupará el puesto de Luiz Inácio Lula da Silva como candidato presidencial del Partido de los Trabajadores -PT-, deshaciendo la incertidumbre sobre si sustituiría al injustamente encarcelado ex presidente, al ser objeto también de falsas acusaciones por corrupción, con el fin de eliminarlo del juego político.

También preocupa a la oposición derechista que, contrario a lo que hicieron creer mediáticamente, Haddad tiene amplias posibilidades de que los seguidores de Lula votaran por él, quien ha subrayado que lo más importante no es el nombre, sino hacer cumplir el proyecto del PT.

Esto se enfrenta a la poderosa maquinaria fascista que depuso a la presidenta Dilma Rousseff e hizo que Lula fuera condenado a más de 12 años de prisión, y vuelvan sus armas contra su nuevo oponente, a fin de impedir que diera al traste con las aspiraciones del ultrarreaccionario Jair Bolsonaro, quien creía tener ya asegurado el alto puesto.

Hace algunas semanas, en un hecho que no se producía desde la época de la dictadura militar brasileña, el Comandante del Ejército, Vilas Boas, aseguró que las fuerzas armadas no permitirían ocupar la presidencia a Lula, independientemente de si ganaba en las urnas; luego lo subrayó hace unos días, y ahora esgrime un supuesto complot para asesinar a Bolsonaro para justificar cualquier acción militar que impida a la izquierda asumir la Presidencia de Brasil.

En ese sentido, convocó a una reunión a la alta cúpula militar, en la que dijo en tono lúgubre: “Las instituciones perderán mucho. Si Bolsonaro muere, la situación va a empeorar”.

El Alto Comando está integrado por 16 generales de cuatro estrellas, a quienes Vilas Boas trató de que le secundaran en un plan para evitar “la destrucción del país”, justificando recientes excesos policiales contra candidatos del PT en diversas instancias.

Y aunque faltan días, no muchos, para los comicios de octubre venidero, es bueno conocer detalles del candidato del fascismo brasileño enmarcado en los altos mandos militares y la oligarquía nacional, todo con la bendición del imperialismo norteamericano.

JAIR BOLSONARO

Defensor de la dictadura, machista, homófobo y racista, representante de los peores valores sociales, ha logrado instalarse segundo en las encuestas para las elecciones presidenciales de octubre. Un oscuro personaje que puede profundizar el derrumbe de la poca democracia que aún queda en el gigante suramericano.

Del ultraderechista Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, quien tiene cerca del 18% de intención de voto, ha demostrado en más de una oportunidad cuáles son sus valores y cuál su pensamiento político, que nada tienen que ver con los valores democráticos. Reitero: firme defensor de la dictadura que asoló Brasil de 1964 a 1985, ha negado o minimizado las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en esa oscura época.

En una entrevista televisiva, al referirse a la dictadura, dijo: “¡Que época maravillosa! Usted podía salir a la calle con seguridad. La familia era respetada”. En otra ocasión aseguró que el “único error” de la dictadura “fue torturar y no matar”.

Durante el impeachment (juicio político) que materializó el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, Bolsonaro votó a favor de la destitución y dedicó su voto el coronel Alberto Brilhante Ustra, jefe del grupo que secuestró y torturó a Rousseff durante la dictadura.

Al ser confrontado por la diputada del Partido de los Trabajadores María del Rosario sobre la violación sexual a los presos políticos durante la dictadura, Bolsonaro respondió que él no la violaría a ella, porque “no vale la pena”.

También ha dicho que “los negros no sirven ni para procrear”; justificó que las mujeres ganen menos por el mismo trabajo, porque “se embarazan y pasan seis meses de vacaciones”; ha tenido numerosos comentarios homofóbicos, entre ellos ha dicho que se puede evitar tener un hijo homosexual, si se lo corrige a golpes; sostiene que los indígenas no tienen derechos sobre las tierras donde viven; milita a favor de la pena de muerte, y ha planteado que los analfabetos no deberían votar.

Este nefasto personaje, que parece una caricatura de mal gusto, ha sido elegido diputado en siete oportunidades (desde 1991). En las últimas elecciones se convirtió en uno de los legisladores más votados y se consolida en el segundo lugar para las elecciones presidenciales de octubre de 2018.

Sólo resta saber si el pueblo puede ponerle freno, votando por la izquierda.



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