Revés estadounidense en ONU sobre bloqueo a Cuba salpica a su embajadora

Editado por Saily Pérez Gordillo
2018-11-05 11:30:02

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Imagen ilustrativa. Foto/Archivo

Por Roberto Morejón

La atronadora derrota política y diplomática de Estados Unidos en la ONU al rechazarse por vigésimo séptima ocasión el bloqueo contra Cuba y sus maniobras para confundir al plenario, asestó también un golpe a la embajadora del país norteño, Nikki Haley.

Señalada como una pieza clave en el equipo del presidente Donald Trump, la diplomática es conocida por llevar a la ONU el discurso agresivo de su jefe en relación con Irán, Siria, Venezuela, Nicaragua y ahora Cuba.

Tan cercana al magnate inmobiliario está que causó desconcierto su renuncia como embajadora en la ONU en octubre, decisión que, según versiones periodísticas, sorprendió a halcones de la administración como Mike Pompeo y John Bolton.
   
Si bien la ex gobernadora de Carolina del Sur se apresuró a negar cualquier divergencia con Trump, su dimisión hizo prever su posible aspiración a la presidencia, en 2020.

Es cierto que la  funcionaria lo negó, pero se mueven figuras en el Partido Republicano que ven en Haley una ficha a jugar frente a la eventual propuesta de Trump para la reelección.

Quienes así piensan están preocupados por el lenguaje de odio y el divisionismo provocado por el magnate neoyorquino en la sociedad norteña.

Por lo tanto, nadie duda el peso de Haley en el tablero político ultraconservador impuesto por su patrón en Estados Unidos.

Y en ese sentido es más significativo el revés sufrido por Nikki Haley al tratar de imponer en la Asamblea General de la ONU ocho enmiendas, relativas a los derechos humanos, para desviar la atención de un proyecto de resolución contrario al bloqueo a Cuba.

La señora Haley defendió las enmiendas con vehemencia ante un plenario que hizo caso omiso de su discurso manipulador y lleno de falacias.

Haley fue abrumadoramente cuestionada por la comunidad internacional al rechazar sus rectificaciones y al decidir sobre las modalidades de votación al tratar esas propuestas.

La diplomática también dio un salto al vacío al quedar nuevamente sola como representante de su país, únicamente apoyada por Israel, cuando 189 países votaron a favor de instar a Washington a cesar el
cerco contra Cuba.

La intervención de Haley lució patética cuando admitió que Estados Unidos estaba solo en el tema y dijo, NO obstante, sentirse bien porque seguía en buena compañía, en referencia al régimen sionista.

Sin dudas, Haley y su amigo el también conservador Marco Rubio, se sintieron abatidos por el estrepitoso fracaso en Nueva York.

Quizás ese descalabro empañe el futuro de una mujer descrita por el ex estratega de la Casa Blanca Steve Bannon como “increíblemente ambiciosa”.



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