Dibujan drama de niñez latinoamericana

Editado por Maite González Martínez
2018-11-29 08:31:35

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Niños migrantes. Imagen ilustrativa. (Foto/archivo)

Por: Guillermo Alvarado

En América Latina y El Caribe, una región rica pero la más desigual del planeta, la niñez lleva la peor parte según se desprende de revelaciones hechas durante un foro celebrado en Santiago de Chile, donde organismos especializados analizan la situación de la infancia a tres décadas de la convención sobre los derechos de este sector.

La reunión fue convocada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, y la Comisión Económica de la ONU para América Latina y El Caribe, CEPAL, con el objetivo de discutir los avances y retrocesos en la protección de los menores, detectar sus vulnerabilidades y proponer remedios.

Desde las primeras intervenciones comenzó a dibujarse un drama que recuerda aquella amarga frase del poeta Mario Benedetti cuando dijo que la niñez no siempre es un paraíso perdido, en ocasiones es un infierno insoportable.

Así se desprende, por ejemplo, de la afirmación hecha por la directora regional de UNICEF, María Perceval, de que siete millones de niños latinoamericanos son migrantes que muchas veces escapan por su cuenta de su lugar de origen en busca de un lugar donde hacer realidad sus sueños.

De los 193 millones de menores que viven en esta zona, 72 millones están en condiciones de pobreza, muchos en situación de miseria y más de cinco millones sufren desnutrición. En el otro lado de los extremos hay cuatro millones de obesos, o sea, con serias irregularidades en su régimen de alimentación.

En conversación que sostuve recientemente con la activista guatemalteca Brenda Lemus, quien trabaja con infantes indígenas en el norte de ese país centroamericano, ella aseguró que en esa área el principal reto no son las pandillas, el narcotráfico o la violencia, sino el hambre que, simple y llanamente, se come a los niños.

Se preguntó Lemus cómo hacer un buen trabajo en la escuela, cuando estos logran llegar a ella, si muchos alumnos pasan hasta 24 horas sin ingerir alimentos.

Pero, volviendo al foro de marras, la señora Perceval acotó que un millón 100 mil niñas menores de 14 años sufren violencia sexual anualmente en la región y tres de cada 10 estudiantes adolescentes son víctimas de agresiones en la escuela.

Cuando al mundo le va bien, los niños están bien, pero cuando el mundo va mal, a ellos les va peor, precisó la funcionaria.

Es cierto, apuntó, que se ha logrado reducir la mortalidad infantil y materna, pero por otra parte se acentuaron las desigualdades, que castigan con saña a los menos favorecidos. Así, por ejemplo, el 70 por ciento de menores con alguna discapacidad están fuera del sistema escolar, lo que los condena a la dependencia y la pobreza.

Escribiendo de estas cosas me vino a la memoria aquella frase de punzante y cruda ironía que está casi al principio del libro “Patas Arriba. La escuela del mundo al revés” del recordado Eduardo Galeano. Dice así: “Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños”.



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