Por: Roberto Morejón
La luz eléctrica se abrió paso por los sitios más inaccesibles de Cuba y allí donde recurrían a soluciones parciales, hoy disponen del servicio, igual que las ciudades.
La electrificación del 100 por ciento del archipiélago caribeño se logró en 2018 al instalar energía fotovoltaica en más de 17 mil viviendas carentes hasta ese momento de la vital asistencia.
Los inmuebles están ubicados en lugares muy aislados donde es incosteable llevar la red electroenergética nacional, cuyo soporte deberá ampliarse gracias al fomento de la energía solar.
Paneles de ese tipo construidos aquí con la asesoría y materiales chinos ganan espacio a través de 56 parques emplazados en todas las provincias.
Por esa vía se aportará considerablemente al propósito de cubrir con fuentes renovables al menos 24 por ciento de las necesidades energéticas del país en 2030.
Once años antes de concretar ese empeño la Unión Eléctrica facturó el servicio a los hogares de miles de campesinos, para llevar a la práctica un viejo sueño NO solo de los cubanos sino de cualquier ciudadano en el mundo.
Al triunfar la Revolución en mil 959, Cuba contaba con apenas 56 por ciento del territorio electrificado, aunque desigualmente distribuido por el predominio en las grandes ciudades.
Poco menos de tres millones de cubanos residentes en las áreas rurales y suburbanas carecían del referido adelanto, como denunció en su momento el joven abogado Fidel Castro, enrolado en los planes para dar un vuelco a la situación imperante.
En la actualidad existe una generación de cinco mil 881 megawatt, 14 veces la entrega garantizada por la infraestructura dependiente del régimen represivo de Fulgencio Batista.
Y el servicio presente ganó en calidad porque la distribución se comportó al 99 por ciento, con muy esporádicos cortes.
Para el año en curso se prevé un crecimiento de la generación de energía y el consumo de 3,2 por ciento con respecto al estimado de 2018, fundamentalmente en el sector residencial.
Sesenta años después de la entrada victoriosa de los insurrectos en La Habana, Cuba avanzó en la electrificación para colocarse en una posición favorable para acelerar su desarrollo económico, si bien limitaciones financieras y el bloqueo estadounidense impiden saltos pronunciados.
En los más recónditos parajes de la mayor de las Antillas pueden exhibir la llegada de la luz de la enseñanza y la de sus lámparas ahorradoras.