Por María Josefina Arce
Venezuela, Cuba, el cambio climático y la retirada del acuerdo nuclear con Irán son algunos de los frentes de confrontación abiertos por el presidente norteamericano, Donald Trump, dada una política exterior agresiva e irracional.
En el plano interno su bandera ha sido detener la inmigración ilegal, aduciendo supuestas amenazas para la seguridad nacional. Un discurso que centró su campaña electoral y que ha puesto en marcha una vez al frente de la Casa Blanca.
La construcción de un muro en la frontera con México ha sido uno de sus principales objetivos, que lo ha mantenido en un abierto enfrentamiento con el partido democrata y llevó incluso al cierre parcial del gobierno.
Pero Trump también ha buscado otras vías como multiplicar el número de agentes de inmigración, las deportaciones y la separación de niños de sus familiares, que provocó la lamentable muerte de dos menores,
Expertos en temas migratorios han manifestado que el presidente igualmente de manera más silenciosa y sin tanta bravuconería se ha ido por otras vertientes para frenar a los inmigrantes indocumentados, a los que califica de asesinos y violadores y responsabiliza de la violencia en territorio norteamericano,
Es así que los procesos para que los inmigrantes puedan legalizar su situación en la nación norteña se han hecho más complejos y largos, lo que puede llevar a muchos a desistir.
Para numerosos abogados esto es el muro verdadero que está frenando la entrada de inmigrantes, con la consabida repercusión en ciudades que durante décadas han prosperado gracias al trabajo de estos ciudadanos procedentes, fundamentalmente, de naciones latinoamericanas.
Trump también ha mantenido un fuerte enfrentamiento con las llamadas ciudades santuario. Unas 200 urbes y condados de Estados Unidos no destinan recursos a perseguir a inmigrantes y se niegan a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas detenidas.
La confrontación llevó al mandatario a amenazar con cortar los recursos federales a esas urbes, un hecho que motivó la presentación de demandas contra el presidente ante los tribunales
La amenaza de Trump no se ha materializado, gracias a fallos judiciales en su contra, pero lo cierto es que el presidente continúa su guerra contra la inmigración, y ya muchos se preguntan si perdió el camino hacia lo que anunció como una recuperación económica del país, pues los inmigrantes, recuerdan, tienen un gran peso en la economía de Estados Unidos.