Por María Josefina Arce
Argentinos de todas las edades y sexos pasan hambre y duermen en las calles, esa es la realidad de la Argentina del presidente Mauricio Macri, quien durante su campaña electoral prometió cero pobreza y equivocó marcadamente el rumbo.
De acuerdo con un último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica argentina, la pobreza ascendió en los últimos meses a 31 por ciento, una cifra récord para la nación sudamericana.
En doce meses cerca de dos millones de ciudadanos se sumaron al ejército de pobres, que hoy contabiliza más de doce millones de argentinos.
El Observatorio de la Deuda Social precisó que seis de cada cien hogares pasan hambre de manera frecuente, mientras que al menos 28 por ciento no tiene vínculo con el sistema de seguridad social.
La política neoliberal puesta en marcha por el gobierno de Macri ha acelerado la desigualdad social, una situación que amenaza con empeorar ante los programas de ajuste exigidos por el FMI, Fondo Monetario Internacional.
Recordemos que ante el agravamiento en 2018 de la crisis económica por el derrumbe del peso ante el dólar, las autoridades decidieron recurrir al FMI, y a partir de ese momento la situación comenzó a complicarse.
Las exigencias del organismo financiero internacional en materia de disminución del gasto público ha afectado como es natural a los sectores más vulnerables, cuyos derechos vuelven a estar afectados en el presupuesto para este año, aprobado por el Congreso, y que contempla a pedido del FMI un fuerte recorte fiscal.
Para Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda social, citado por el sitio digital La izquierda, el 20 por ciento de la población que está sumergida en la exclusión y la marginalidad parece sobrar para este tipo de modelo económico.
Solo se le atiende, enfatizó, con asistencia monetaria, pero no con políticas efectivas de desarrollo económico, social y humanos. Todavía esas políticas están ausentes del debate político, subrayó.
Al presidente argentino no le ha quedado más remedio que admitir que la pobreza ha aumentado en el país, pero se niega a reconocer la gran responsabilidad de su gestión en ese sentido, al afirmar que de todos modos Argentina está mejor que en 2015 y está saliendo del pantano.
Ha dicho Macri que sabe cuál es la situación y se ha hecho cargo de eso, una afirmación que suena a pura ficción, pues su política neoliberal, con el aumento del desempleo y los constantes aumentos de la canasta básica y de los servicios desde que asumiera el cargo en 2015, ha llevado a la Argentina de mal en peor.
El gobierno de Cambiemos ha torcido el rumbo y lejos de cumplir con los prometido hace cuatro años marcha en sentido contrario. La situación del país no mejora y está incide con brutal fuerza sobre los sectores más vulnerables que no ven por el momento una posible mejoría, han perdido la esperanza, y son muchos los que ya piensan que es hora de cambiar.