Cuba y El Salvador unidos en la hermosa tarea de alfabetizar

Editado por Bárbara Gómez
2019-03-30 09:42:15

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Altamente valorada no solo por el gobierno salvadoreño sino por el pueblo de ese país, ha sido la asistencia de Cuba en materia educativa.Foto:PL.

Por: María Josefina Arce.

”Ustedes dejan una semilla, una siembra de bienestar y felicidad que nuestra patria ya está cosechando”, así se expresó el mandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, al destacar la labor de los educadores cubanos en esa pequeña nación centroamericana.

Altamente valorada no solo por el gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, sino por el pueblo ha sido la asistencia de la Mayor de las Antillas en materia educativa, que ha permitido avanzar en la lucha contra el analfabetismo.

Desde 2010 Cuba se unió al Programa Nacional de Alfabetización, con la suscripción del Convenio Básico de Cooperación Técnica, Científica y Tecnología. Desde entonces varios grupos de especialistas cubanos han asesorado técnica y pedagógicamente a sus colegas salvadoreños.

Amplia ha sido la participación de los jóvenes salvadoreños, que por miles han marchado a los distintos municipios del país para apoyar la campaña puesta en marcha por el gobernante Frente Farabundo Martí.

La implementación del método cubano “Yo sí puedo”, ideado por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, permitió que numerosos salvadoreños aprendieran a leer y escribir, y a partir de ese momento mejoraran sus condiciones de vida.

Adecuado a las especificidades de cada nación o territorio donde se ha empleado, el programa cubano ha sido reconocido a nivel internacional por su eficacia y la economía de recursos.

En El Salvador como en otros países ha marcado la diferencia. Ciento 34 de los 262 municipios del país ya han sido declarados Territorios Libres de Analfabetismo, un flagelo que antes de la llegada al poder del Frente en 2009 representaba un 17 por ciento.

Para el presidente Sánchez Cerén la vida de muchos salvadoreños se ha transformado gracias al programa nacional de Alfabetización, el cual, dijo, estaba convencido que era una tarea posible e impostergable si se quería construir un nuevo país.

Un pueblo alfabetizado es una base sólida para el desarrollo, mejora la calidad de vida de las familias, contribuye a disminuir la pobreza, y sobre todo, es un acto que dignifica al ser humano, ha enfatizado el primer mandatario.

Salvadoreños y cubanos unidos han hecho posible que personas que nunca soñaron saber escribir sus nombres o el de sus hijos hoy lo puedan hacer y se sientan felices y dignos.

Una verdadera historia de solidaridad han forjado juntos ambos pueblos, que no han escatimado esfuerzo y dedicación para devolver a muchos la confianza y la esperanza de llevar una vida mejor.

Ardua ha sido la tarea, pues los gobiernos de la derechista ARENA, Alianza Republicana Nacionalista, prometieron mucho y poco hicieron por las decenas de miles de hambrientos y analfabetos de la pequeña nación centroamericana.

Todavía queda camino por recorrer, por eso en El Salvador el Frente Farabundo Martí no detiene su batalla contra el analfabetismo y, gracias a la que califican como invaluable ayuda de Cuba, en el venidero mes de abril otros diez municipios se sumarán a los que ya con orgullo pueden afirmar que sus pobladores saben leer y escribir.



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