Por: Roberto Morejón
En medio de la peor devastación de su historia tras el paso del terrible huracán Dorian, el archipiélago de las Bahamas requiere de la solidaridad y Cuba hizo un ofrecimiento en tal sentido.
El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, expresó al primer ministro bahamés, Hubert Minnis, la disposición a cooperar a fin de atenuar los daños provocados por el cruce de un meteoro con vientos de hasta 295 kilómetros por hora.
El canciller de la mayor de las Antillas, Bruno Rodríguez, informó acerca de la incorporación del colectivo cubano de salud presente en Bahamas, de 10 personas, a las tareas de recuperación luego del paso de Dorian.
El apoyo de Cuba a Bahamas llega cuando el archipiélago reporta al menos siete muertos, más de 13 mil viviendas destruidas o dañadas y la ruina de las islas de Gran Bahamas y Ábaco.
Los fuertes vientos y lluvias torrenciales provocaron una situación desesperada porque al menos 60 mil personas demandan alimentos y es necesario prevenir epidemias.
Las Bahamas son golpeadas recurrentemente por los fenómenos meteorológicos como ocurrió con los huracanes Jeanne, en 2014, y Matthew, en 2016.
Ese castigo debilitó la economía de un archipiélago conformado por 700 pequeñas islas donde viven 385 mil habitantes, dependientes de los cuatro millones de turistas de visita anualmente.
Situada a 80 kilómetros al sur de la Florida, Bahamas sostiene relaciones cordiales con Cuba y en noviembre se cumplirán 45 años del establecimiento de lazos formales.
Amistad, solidaridad y respeto prevalecen en los nexos.
Con esos principios fue posible que 70 jóvenes bahameses concluyeran estudios de nivel superior en Cuba en los últimos años.
También se concretaron importantes proyectos en materia educacional, pues maestros de la mayor de las Antillas han laborado en diversas comunidades del país y hoy permanecen allí 55.
Ambos gobiernos rubricaron en 2015 un acuerdo de colaboración en la salud y por ese medio regresó a Bahamas la presencia médica cubana.
El retorno se concretó luego de casi una década de finalizar la Operación Milagro, para atender problemas de visión.
El envío por La Habana de médicos y otro personal de salud a Bahamas se inscribe en principios internacionalistas enarbolados desde el triunfo de la Revolución.
Cuba inició esa contribución en Argelia en 1963 y desde entonces más de 400 mil especialistas atendieron a poblaciones necesitadas en diversas naciones.
En la actualidad la asistencia permanece en 65 países con casi 30 mil colaboradores, en cuya cifra se incluyen los enviados a Nassau, ahora dispuestos a sumarse a la recuperación de las Bahamas. FIN