Por: María Josefina Arce

Harto conocido es el trasfondo que esconden las supuestas ayudas económicas de Estados Unidos a América Latina. Traen aparejadas la injerencia en los asuntos internos de las naciones, para garantizar su dominación colonialista y el control político de la región.

Washington siempre ha considerado a Latinoamerica como su patio trasero y con la anuencia de gobiernos entreguistas de derecha se ha dedicado a saquear los recursos naturales y afianzar su poder en la zona.

Muchas han sido las excusas empleadas, como la ayuda al desarrollo, por alguna catástrofe natural, para imponer su presencia militar e ir tejiendo los hilos para lograr sus objetivos colonialistas.

La llamada USAID, Agencia Internacional para el Desarrollo ha sido una de las fachadas empleadas por el poderosos vecino del norte para influir en la política interna y externa de las naciones supuestamente beneficiadas por la ayuda económica.

La USAID ha sido y es uno de los principales instrumentos de intervención de Estados Unidos para crear y potenciar los conocidos golpes blandos en el área.

Sobran los ejemplos. Uno de los más recientes es el caso de Nicaragua, donde esa agencia norteamericana estuvo detrás de los disturbios de abril del pasado año contra el gobierno constitucional del presidente Daniel Ortega.

Según trascendió, el administrador de la USAID, Mark Green, había mantenido una reunión con representantes de la oposición, a los que prometió el respaldo de Washington.

Como denuncia el sitio digital De verdad, toda una constelación de agencias, bajo supuestos fines altruistas han ido sembrando una lluvia de millones de dólares para crear organizaciones y estructuras locales en cada país de América Latina. Todo un entramado para que la injerencia y la desestabilización hegemonista en esos países pasen inadvertidas y se disfracen como «las luchas de la sociedad civil».

Ahora se anuncia por Estados Unidos el nuevo plan América Crece para los países centroamericanos, en particular para El Salvador, Honduras y Guatemala.

América Crece, propagan, es una iniciativa de crecimiento económico, en la cual se tratará de involucrar al sector privado, tanto de Estados Unidos como de la región e incluirá garantías de préstamos, asistencia técnica y otras ayuda.

De esta manera el gobierno del presidente norteamericano, Donald Trump, pretende quitarse de encima la ola de inmigrantes de esas naciones, que dejó al descubierto su cruel política antiinmigrante, al separar familias y enjaular niños. Asimismo consolidará su intromisión en países cercanos a otros como Nicaragua, que por supuesto quedó excluida del proyecto.

Pero cuidado, la iniciativa se extenderá a unas 30 naciones latinoamericanas. Estados Unidos busca abrirse el camino en una América Latina convulsa y apuntalar a los gobiernos de su agrado. El poderoso vecino de Norte no renuncia a su invasión silenciosa de la región.