Trump desentierra a las brujas de Salem

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-12-19 07:17:45

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Foto: Archivo.

Por: Roberto Morejón

Las manifestaciones en Estados Unidos en apoyo al juicio político al cuestionado presidente Donald Trump evidenciaron la ira contra el polémico gobernante, a pesar de contar con seguidores fanáticos.

Las demostraciones coincidieron con la decisión de la Cámara norteamericana de Representantes de darle luz verde a la vista legal contra el primer mandatario.

Las personas fueron a las calles y activistas permanecieron en vigilia para denunciar lo que calificaron de desafueros del inquilino de la Casa Blanca.

El lema utilizado delata la incomodidad de parte de la ciudadanía. “Nadie está por encima de la ley”, proclamaron las pancartas.

Los carteles describieron a Trump como aspirante a dictador, fascista y reclamaron un líder y no un sucio tramposo.

Para algunos de los grupos de protesta más importantes del país y los organizadores de los pronunciamientos públicos, el impeachment está justificado.

El estadista es acusado por abuso de su cargo y obstrucción de una pesquisa del Congreso sobre su relación con Ucrania, a cuyo presidente, Volodimir Zelenski, habría presionado groseramente.

Comprometedores testimonios en comisiones de la Cámara Baja denunciaron que el empresario neoyorquino instó a Zelenski a investigar a su rival político y exvicepresidente, el demócrata Joseph Biden y su hijo Hunter, por supuesta corrupción en Ucrania.

Para muchos ciudadanos esa actuación prepotente encaja en la conducta del presidente Donald Trump, quien se proyecta como autotitulado juez mundial.

De ahí el respaldo de muchos al juicio político, si bien las probabilidades de victoria en el Senado son escasas, por la mayoría republicana en esa instancia.

La eventualidad de un desenlace en la Cámara Alta favorable a Trump frenó a miles de estadounidenses a salir a las calles a defender el enjuiciamiento del gobernante.

De hecho, crecen augurios de entendidos en el sentido de que si el Senado impide la defenestración de Trump, éste avanzaría ante una reelección en noviembre de 2020.

A esa eventualidad apuesta el colérico, errático y sancionador presidente de Estados Unidos, atizador de conflictos, sinuoso rival político y depredador de inmigrantes.

A pesar de promover el odio y la división, el Jefe de Estado preservó una base de fanáticos que -asegura- le impide su liquidación política como sueñan sus numerosos adversarios.

Incluso, Trump suele presentarse como víctima de los demócratas porque -escribió en Twitter- “los acusados de brujería en Salem tuvieron un mejor adecuado proceso”.

Llamó la atención la extraña asociación de ideas del gobernante, al tratarse de defender remontándose a una fecha tan lejana como mil 692 y a una situación truculenta de extremismo religioso ocurrida en la entonces colonia inglesa de Massachusets.



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