Por: Roberto Morejón

Si bien las condiciones materiales son difíciles, los cubanos buscan aumentar la producción de alimentos.

La administración del presidente Donald Trump trata de asfixiar al país mediante la paralización de la economía, con impedimentos a la llegada de combustible.

Por esa causa existe una “fuerte tensión”, expresó el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, en contacto con cultivadores del tabaco en la provincia de Pinar del Río.

El visitante elogió el esfuerzo de los vegueros por cosechar hojas de mejor calidad a pesar de las severas limitaciones de combustible y algunos insumos.

Por otro lado, el Segundo Secretario del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, exhortó a usar mejor la tierra e incrementar las producciones, independientemente de la época del año. 

Al aludir al recrudecimiento del bloqueo estadounidense, el dirigente partidista recalcó que “la situación es más dura de lo que parece”, y acotó que nadie debe quedarse sentado.

Informes oficiales señalan que la falta de insumos durante 2019 provocó carencia de fertilizantes, con impacto en el arroz, café, frijol, maíz, plátano y tomate.

Para garantizar la actividad en los campos Cuba posee una estrategia a fin de hacer más eficiente la agricultura, cuyos aportes están lejos de las necesidades.

En esa dirección sobresale el imperativo de sembrar tierras baldías y disminuir la importación de pienso para la alimentación animal.

A cambio tratan de generar recursos locales para cubrir el sustento del ganado.

Todo ello en medio de planes enfilados al mayor uso de la tracción animal, pues los equipos mecanizados quedan para cultivos estratégicos.

No obstante, los cubanos anuncian incrementar producciones de tabaco, miel y caña a través de una mejor organización de las faenas en municipios y cooperativas, con el uso racional de los recursos.  

Representa una obligación acudir a la ciencia y la técnica y a la lombricultura como abono orgánico.

Cuando los inventarios de combustible bajan, no son pocos los decididos a utilizar el biogás, una alternativa para el aprovechamiento de los desechos generados por la cría de cerdos.

Apuntan los entendidos que ese tipo de gas puede accionar sistemas de riego, hoy afectados por la escasez de energéticos importados.

Nadie niega que para avanzar en la agricultura se requiere de insumos, equipamiento tecnológico y una base energética segura.

Pero en la mayor de las Antillas no se cruzan de brazos y tratan de sortear las restricciones y trabajar con lo disponible.

La insuficiencia de soportes materiales no se fija  como alegato para incumplir los planes de entrega a los mercados, en pos de la seguridad alimentaria.