Por: Roberto Morejón

Apoyadas en un sólido sistema de salud con acceso universal gratuito, las autoridades cubanas adoptan las precauciones ante el avance de un nuevo coronavirus, con brote en China.

Los médicos de la familia, como eslabón primario del sistema sanitario cubano, tienen un papel importante en la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas.

Toda la infraestructura de salud toma las medidas pertinentes después de que el pasado día 31 de enero la Organización Mundial de la Salud declarara una epidemia provocada por el coronavirus 2019nCoV.

La cifra de fallecidos por el brote del padecimiento en China subió a 636 y los afectados en todo el planeta, fundamentalmente en Asia, superó los 31 mil.

En medio de la lógica preocupación causada por la expansión de la enfermedad en el mundo, Cuba previene y controla la posible incidencia del síndrome respiratorio agudo.

El Consejo de Ministros aprobó recientemente un Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus a fin de contener al mínimo el riesgo de su introducción y diseminación y reducir el impacto negativo de una epidemia en  la población.

Las personas reciben instrucciones de acudir ante los profesionales de la salud si advierten cualquier proceso respiratorio para impedir complicaciones.

Asimismo les orientan NO olvidar el saludable hábito de taparse la boca al toser o estornudar y lavarse correctamente las manos.

Especialistas destacaron la existencia en esta nación caribeña de posibilidades diagnósticas y el seguimiento de 26 virus diferentes, entre ellos algunos coronavirus.

Si un potencial enfermo acude a un médico con el cuadro clínico referido, le aplican todas las pruebas y el resultado es negativo, pudiera ser el nuevo coronavirus.

Las verificaciones finales se harían en el prestigioso Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, por lo que los cubanos pueden sentirse confiados en ese y en los restantes eslabones de la cadena de salud.

Mientras tanto, el Ministerio correspondiente y otras instituciones estatales refuerzan la protección de la frontera del país, teniendo en cuenta las regulaciones del control sanitario vigentes internacionalmente.

También es preciso asegurar el estrecho acatamiento de las medidas de vigilancia y control sobre los viajeros y tripulantes, procedentes de áreas con transmisión, posterior a su arribo a la mayor de las Antillas.

De manera que Cuba fortalece la vigilancia epidemiológica, robustece su eficaz sistema de atención de salud y enfatiza en las instrucciones profilácticas para atender el desafío presentado por el progreso mundial de un nuevo coronavirus.