Por María Josefina Arce
En América Latina el gobierno progresista de Venezuela, al igual que el de Cuba y Nicaragua, molesta a Estados Unidos por no plegarse a sus intereses hegemonistas y defender su soberanía e independencia.
Las acciones hostiles de Washington se iniciaron desde el triunfo mismo de la Revolución Bolivariana en 1999, y han tenido bajo la administración del presidente Donald Trump un recrudecimiento.
La política hostil estadounidense ha ido desde sanciones, respaldo a la guerra económica desarrollada por la derecha y la búsqueda de una intervención armada.
El pasado año el gobierno estadounidense fue especialmente agresivo. Como parte de sus medidas coercitivas congeló los activos venezolanos en territorio norteamericano, lo que posibilitaría sancionar a cualquier empresa que negociara con Caracas, en un intento por asfixiar a Venezuela.
Asimismo impuso sanciones a más de cien individuos y entidades venezolanas, incluidos la compañía estatal petrolea PDVSA y el Banco de Desarrollo del país.
El abierto apoyo a la oposición, con la inyección de enormes sumas de dinero, ha sobrepasado los límites.
Estados Unidos exhibe y vende al cabecilla opositor Juan Guaidó como el presidente de la nación sudamericana, ignorando la voluntad del pueblo venezolano que reeligió en las urnas a Nicolás Maduro como el legítimo jefe de estado.
En apenas dos meses de iniciado el presente año, Estados Unidos ha vuelto con fuerza a la carga contra Venezuela.
En los últimos días el gobierno de Trump, bloqueó la flota de aviones de CONVIASA, Consorcio de Industrias Aeronaúticas y Servicios Aéreos.
Esta aerolínea, señalaron las autoridades venezolanas, presta servicios comerciales y de apoyo a programas gubernamentales como Vuelta a la Patria, Misión Milagro y el traslado en apoyo de emergencias de otros países.
El vicepresidente para Asuntos Económicos, Tarek El Aissami, afirmó que el servicio que presta Conviasa es para el pueblo y subrayó que se protegerá a los más de 2 000 trabajadores de la empresa.
Por su parte, el canciller Jorge Arreaza denunciará esta nueva medida coercitiva contra el pueblo venezolano en instancias internacionales. Este lunes los venezolanos marcharon en Caracas para expresar su apoyo a los trabajadores de Conviasa y repudiar los actos agresivos de la administración de Trump.
La marcha reflejó una vez más el empeño de los venezolanos de defender su soberanía e independencia y su respaldo al legítimo gobierno del presidente Nicolás Maduro.
