Por: Roberto Morejón
Cuba tiene credenciales en organismos internacionales sobre su impoluta trayectoria en el combate contra el consumo interno de estupefacientes y el narcotráfico internacional, a pesar de lo cual un alto funcionario estadounidense habría involucrado al archipiélago caribeño en supuestos embarques ilícitos.
Un artículo de la revista estadounidense Newsweek atribuyó a quien presenta como “alto funcionario” del Departamento norteamericano de Defensa la afirmación de que la comunidad de inteligencia de la nación norteña posee evidencias sobre trasiego de narcóticos entre Venezuela y Cuba.
La aseveración, sin pruebas, fue refutada por el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores mediante nota diplomática a la embajada estadounidense en
El documento resaltó el contraste de lo expuesto en Newsweek con el contenido de un informe publicado por el Departamento norteamericano de Estado, donde reconoce que Cuba NO es un importante consumidor, productor o punto de tránsito de drogas ilícitas.
El contrasentido es llamativo porque este país mantiene una política de tolerancia cero ante el consumo y acarreo subrepticio de drogas y otras sustancias sicoactivas.
La nación antillana está amparada por regulaciones jurídicas internacionales en su actuación contra el narcotráfico o vestigios de uso interno.
Las autoridades de la nación caribeña identificaron las principales fuentes de abastecimiento al consumo y tráfico interno, entre las que destaca la llegada de cargamentos a las costas y la vía aérea y comercial en pasajeros y equipajes.
En fronteras, la vigilancia y el patrullaje son permanentes y eficientes ya sea en aduanas o en litorales.
Cuba forma parte del Programa Global de Control de Contenedores, de las Naciones Unidas, lo que permite el intercambio fluido con los grupos asentados en puertos cercanos para transmitir experiencias, elevar la preparación de las fuerzas y obtener información.
Resaltan las certezas sobre la actuación enérgica y profesional de los cuerpos competentes en Cuba contra el trasiego y consumo ilegal de narcóticos y su cooperación con otras naciones.
Resulta ofensiva la falsedad lanzada por el alegado “alto funcionario” del Departamento norteamericano de Defensa.
Cabría preguntar a Newsweek por qué su fuente tan difusa NO se preocupa por el consumo mayoritario de opiáceos, cannabinoides y disociativos en América Latina, considerada torcidamente por Estados Unidos como su patio trasero.
