Por Maria Josefina Arce

Venezuela es una de las naciones objeto de criminales sanciones de Estados Unidos, que obstaculizan su desarrollo económico y la  implementación de programas de gran impacto social, pues favorecen a sectores tradicionalmente olvidados.

La revolución bolivariana, desde su triunfo en 1999, no ha dejado de ser asediada por los diversos gobiernos norteamericanos. Pero al igual que el proceso revolucionario cubano ha mantenido su esencia de justicia social y cada logro, que ha costado un mayor esfuerzo, ha sido en aras del bienestar del pueblo.

El terrorismo económico que ejerce la Casa Blanca contra el pueblo venezolano dificulta la adquisición de los diluyentes necesarios para procesar el petróleo, uno de sus principales recursos y que tributa significativas  ganancias al país, que se invierten en nuevas obras en favor de los ciudadanos.

Asimismo Estados Unidos ha congelado los activos de la estatal Petróleos de Venezuela y persigue a los estados que compran el crudo venezolano y a las empresas que lo comercializan,  con la imposición de multas u otro tipo de sanciones.

En momentos en que el mundo enfrenta una crisis sanitaria mundial por la COVID 19 la política hostil de Washington pone mayores trabas a la respuesta del legítimo gobierno del presidente Nicolás Maduro a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Las medidas criminales se han intensificado en las últimas semanas. Estados Unidos mantiene una flota en el Caribe para impedir la llegada de barcos con alimentos, medicinas  e insumos para transformar el petróleo en gasolina, tan necesaria para garantizar el transporte de los enfermos y del personal de la salud.

Muchos han sido los llamados internacionales para que la Casa Blanca ponga fin a su irracional política.En los últimos días la Cruz Roja Internacional afirmó que las sanciones estadounidenses complican la entrega de insumos médicos al país sudamericano.

Sin embargo, Venezuela ha desplegado un gran esfuerzo y ha implementado la realización de pruebas diagnóstico de la COVID 19, decretado cuarentena en varias comunidades para evitar la propagación de la dolencia  y mantenido una constante vigilancia epidemiológica.

Más del  85 por ciento de la población aprueba las medidas adoptadas para el enfrentamiento a la COVID 19 por las autoridades, que aún en este difícil contexto han recibido la ayuda solidaria de China, Rusia, Cuba, la ONU y la Organización Mundial de la Salud, que junto a muchos otros en el mundo abogan por el fin de las agresiones contra el pueblo venezolano.