Por: Maria Josefina Arce
A pesar de que en los últimos tiempos África ha registrado ciertos avances en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, aun falta mucho camino por recorrer para que este sector poblacional ocupe el lugar que le corresponde.
Las féminas en el continente africano son víctimas todavía de discriminación y violencia.
En su mayoría trabajan en condiciones precarias y no reciben un salario acorde con sus labores. También subsisten costumbres que atentan contra su integridad como la mutilación genital, matrimonios infantiles y su esclavización en las zonas de conflictos.
África tiene el reto de disminuir la pobreza, mejorar las condiciones de vida, elevar los salarios y garantizar el total acceso a la salud y la educación de las mujeres. Ahora con la COVID 19 el desafío es aún mayor.
Recientemente la OMS, Organización Mundial de la Salud, alertó del grave impacto que representa la pandemia para este grupo poblacional, a causa de la paralización de la atención médica especializada.
La OMS afirmó que la situación es preocupante por ser las féminas en este continente consideradas como ciudadanas de segunda clase en lo que el acceso a cuidados médicos se refiere.
La organización sanitaria mundial señala que por ejemplo, de enero a abril de este año en Zimbabue disminuyeron en 42% las cesáreas realizadas, en comparación con igual periodo de 2019, lo que pone en peligro la supervivencia de madres e hijos.
Un análisis publicado en la revista británica The Lancet, citado por la agencia noticiosa Prensa Latina, sugiere que una reducción en los servicios de salud materna de entre un 9,8 y un 18,5% podrían desembocar en 12 mil 200 muertes maternas adicionales durante los próximos 6 meses en países africanos de bajos y medios ingresos.
África, que hoy contabiliza mas de 317 mil casos de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus y cerca de nueve MIL fallecidos, tiene no solo el desafío de controlar la pandemia, sino también de evitar un retroceso en lo alcanzado en materia de igualdad de género, tras siglos de un insuficiente desarrollo económico y social por un pasado colonial y de explotación de sus recursos naturales.