Por: Guillermo Alvarado
La Oficina de la ONU para la Droga y el Delito, ONUDC, advirtió que la crisis sanitaria sin precedentes causada por la covid-19 puede traer efectos severos tanto a nivel del consumo de sustancias adictivas, como en cambios en las rutas y el mercado de estupefacientes.
El documento señala que en la década transcurrida desde las turbulencias financieras globales de 2008, la cifra de adictos creció en 30 por ciento hasta ubicarse en 269 millones en los cinco continentes.
Ahora, sin embargo, los riesgos son mucho mayores debido a los cambios provocados por la enfermedad en casi todos los aspectos de la vida. Los rigurosos cierres en las fronteras aplicados para cortar la cadena de contagios han provocado también el bloqueo del trasiego de drogas, o de las sustancias que sirven para elaborarlas.
Esto ha llevado a las bandas de traficantes locales a buscar estupefacientes más baratos o de menor calidad, lo que pone en peligro la salud y la vida de los consumidores.
Además, varios gobiernos han desviado los fondos previstos para el combate a las drogas o el tratamiento de los adictos hacia el enfrentamiento a la covid-19, lo que de cierta manera abre más espacios al trasiego.
En muchos lugares los servicios de salud están enfocados en contener la pandemia, dejando afuera a quienes necesitan ayuda con la adicción.
Pero eso no es todo. De acuerdo con la ONUDC, el incremento del desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades pueden llevar a personas desfavorecidas al hábito del consumo, o a incorporarse a la producción, custodia o transporte de narcóticos para sostener a sus familias.
Las grandes mafias del narcotráfico están aprovechando la situación para captar a gente desprotegida y engrosar sus filas, advierte la entidad.
A consecuencia de la pandemia un mayor número de agricultores podría dedicarse al cultivo ilícito o intensificar esa actividad, sea porque las autoridades han perdido capacidad de control, o porque se ven obligados a recurrir a estas actividades por la crisis económica, precisa el texto.
Kristian Hölge, representante de la ONUDC en México, explicó que el mercado del narcotráfico es hoy día más complejo que hace un par de décadas.
Existen ahora más de 540 sustancias sintéticas, además de las llamadas drogas tradicionales, como la mariguana, la heroína y la cocaína, en tanto la pobreza empuja cada vez a más gente a dedicarse al narcomenudeo, sobre todo en las grandes ciudades de los países consumidores.
Mundo complejo donde, como siempre, los de abajo se llevan la peor parte sobre todo en tiempos de grandes crisis.