Foto: Archivo/RHC.
Por: María Josefina Arce
América Latina, que ya presentaba un deterioro económico, saldrá más pobre de la COVID 19. Organismos internacionales estiman que Ecuador será uno de los países del área con el mayor aumento de este flagelo en 2020.
Luego de exhibir notables avances en la lucha contra la pobreza en los diez años de mandato de Rafael Correa, la llegada a la presidencia de Lenín Moreno significó un retroceso total.
La Revolución Ciudadana logró bajar esa tasa de 36 por ciento en 2007 a 22 por ciento en 2016, una reducción histórica reconocida por la ONU.
Ahora la nación andina presenta un nuevo crecimiento del número de pobres. Uno de cada cuatro ecuatorianos vive en la miseria, una situación que es extremadamente alarmante en la zona rural..
Y para empeorar el panorama, el gobierno de Moreno pidió un préstamo al FMI, Fondo Monetario Internacional, que llegó con sus planes de ajuste que afectan a los sectores más humildes y protegen los intereses de los más poderosos.
El Grupo de Justicia de la deuda al FMI afirmó que la política de austeridad del organismo en Ecuador está causando graves estragos en la economía y en el sistema sanitario.
El FMI, señala, no puede actuar a espaldas de los pueblos insistiendo en recetas fracasadas que amenazan en este caso, en hundir a Ecuador en una espiral insostenible de endeudamiento y en una crisis económica y social de mayores proporciones.
Ya la nación suramericana fue escenario en octubre pasado de intensas protestas por los planes del gobierno de eliminar el subsidio a los combustibles, reforma laboral, entre otras medidas antipopulares.
Protestas que volvieron a estremecer a Ecuador en este año, aún en medio de la COVID 19, ante las nuevas disposiciones adoptadas por las autoridades en contra de la mayoría.
Ecuador, con 114 mil contagiados y cerca de siete mil fallecidos por la pandemia, atraviesa una difícil situación, pues en tres años de mandato Lenín Moreno destrozó los programas sociales y las inversiones en importantes esferas como la salud y la educación, agudizando la vulnerabilidad de los que menos tienen.
