Trabaja Cuba en la transformación de su matriz energética

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2020-11-19 07:26:03

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Foto: Archivo/RHC.

Por: María Josefina Arce

El empleo de las fuentes renovables de energía es una necesidad y un reto del presente para garantizar un futuro a la Tierra y la humanidad. De ahí que Cuba se haya trazado como estrategia incentivar el uso de estos recursos, lo que constituye uno de los Objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

En su compromiso con la preservación del medio ambiente, la nación caribeña busca explotar al máximo sus potencialidades como la energía solar, eólica y biomasa en las diversas ramas de la vida socioeconómica del país.

Múltiples proyectos se han puesto en marcha con otras naciones y que contribuyen a impulsar los planes del país de transformar su matriz energética.

La emergencia sanitaria mundial por la COVID 19 no ha impedido que las autoridades continúen trabajando en ese camino. Es así que en los últimos días de manera virtual Cuba y Alemania mantuvieron un encuentro, en aras de intensificar la cooperación en esta esfera.

Ocho empresas de la nación europea manifestaron su interés de trabajar en territorio cubano para potenciar la generación de energía mediante fuentes renovables.

La Unión Europea, como bloque, también apoya los planes cubanos, que ya se han traducido en el montaje de parques fotovoltaicos y eólicos en varias zonas del archipiélago, con un gran impacto social y una valiosa aportación al sistema eléctrico nacional.

El bloque reconoce el liderazgo de la Mayor de las Antillas en este tema en la región del Caribe. Las autoridades comunitarias han señalado que no se trata solo de las potencialidades con que cuenta el país, sino también con el compromiso del gobierno en la promoción de estas fuentes para lograr una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos.

En aras de avanzar en la cooperación, en marzo pasado se llevó a cabo en Bruselas el primer diálogo sectorial en el ámbito energético, en el que ambas partes coincidieron en la necesidad de incentivar el uso de estos recursos, de cara al proceso de adaptación al cambio climático.

Ya en mayo de 2018 Cuba y la Unión Europea firmaron un acuerdo energético que prioriza la inversión extranjera y el acceso a fondos de cooperación.

El gobierno cubano no descansa en sus planes de ir transformando su matriz energética, para lograr su independencia en esta rama y avanzar en un desarrollo económico sostenible que tiene en cuenta a las generaciones futuras.



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