Por: Roberto Morejón

El ordenamiento monetario en Cuba implementado desde enero pasado alentó a decenas de miles de personas sin compromiso laboral a contraerlo, en una de las primeras señales del acierto de la estrategia.

La adecuación monetaria ha sido abarcadora, al contemplar unificación pecuniaria, eliminación gradual de gratuidades y subsidios incorrectos y reforma integral de salarios, en pos de mayor eficiencia económica. 

En ese nuevo contexto, personas desocupadas sintieron una explicable compulsión a la búsqueda de una fuente genuina de ingresos para poder enfrentar sus gastos.

Entre los así apremiados figuran ciudadanos que permanecían en sus casas desmotivados por los bajos salarios anteriores, jóvenes desligados de los estudios, madres de varios hijos de corta edad y otros espoleados por la eliminación o declive de subsidios inadecuados.

No pocos elogiaron el surgimiento de una aplicación para teléfonos móviles, nutrida con ofertas de las entidades, incluyendo la gestión NO estatal.  

De acuerdo con reportes oficiales, más de 76 mil cubanos aceptaron propuestas entre los casi 128 mil que acudieron a direcciones municipales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

La adhesión de jóvenes a nuevas ocupaciones aumentó 34 por ciento y más de 4 mil ciudadanos respondieron afirmativamente a sugerencias de cursos de habilitación.

El mayor número de plazas aceptadas se localiza en la construcción, salud pública, seguridad y protección y agricultura, en esta última con índices positivos en la rama tabacalera.

Los reportes son significativos porque esa esfera agrícola demanda creciente mano de obra para el beneficio de un cultivo que obtiene montos importantes de divisas para la economía.

También generó satisfacción saber de la adhesión considerable a nuevos empleos porque el país requiere cubrir numerosas plazas, sobre todo en la esfera productiva.

La economía nacional demanda potenciar el empleo en los sectores productivos y de servicio, esencialmente en las entidades relacionadas con los soportes clave del desarrollo económico y social.

Ante esa urgencia despierta confianza que muchos individuos se percaten de la importancia de trabajar para tener salarios y llevar una vida digna con su familia.

El ordenamiento monetario en Cuba contribuye al convencimiento de que el trabajo sea la principal fuente de sustento del ciudadano y sus allegados.