Por: María Josefina Arce.
Alrededor de 600 millones de pesos se han destinado en Cuba en los últimos años
para la implementación de la Tarea Vida.
Cuba tiene un compromiso con las futuras generaciones en materia medioambiental, lograr un entorno equilibrado. Un desafío complejo ante el actual panorama Internacional, marcado por un modelo consumista, la irresponsabilidad de muchos y condiciones climáticas extremas.
Sin embargo, la nación caribeña no renuncia a su meta de alcanzar un desarrollo sostenible, por lo que cumple responsablemente los acuerdos internacionales sobre esta problemática de los que es signataria, entre ellos, el Protocolo de Kyoto, el Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
En nuestra nueva Constitución, recordaron expertos en el espacio televisivo Mesa Redonda, también se recoge el derecho de todos los ciudadanos de gozar de un medio ambiente saludable y equilibrado.
Y en ese camino no se ha detenido el trabajo del estado y las distintas instituciones científicas, aunque la COVID 19 vino a complicar la labor, que ya de por sí se enfrenta a los obstáculos que impone el bloqueo norteamericano que busca impedir el financiamiento externo para diversos programas.
Además de que las inversiones en esta esfera son muy costosas y demandan tecnologías que el país no puede adquirir a causa del cerco económico.
Pero Cuba ha seguido adelante con la implementación del Plan del Estado para el enfrentamiento al Cambio climático, conocido como Tarea Vida y que reúne 5 acciones estratégicas y 11 puntos.
Ya se han logrado recursos para un importante proyecto, la rehabilitación de los sistemas costeros. Aunque con la oposición de Estados Unidos, la Junta del Fondo Verde aprobó el financiamiento para "Mi Costa", por lo que se podrá ejecutar un grupo de acciones en estos ecosistemas.
Las proyecciones muestran que de no realizarse intervenciones para finales del siglo XXI unas 20 comunidades costeras desaparecerán en Cuba y más de 98 serán severamente afectadas por amenazas relacionadas con el clima.
Las autoridades trabajan también en resolver viejos problemas ambientales como la cobertura forestal, la calidad del agua por las afectaciones de la contaminación y la degradación de los suelos, estrechamente vinculado a la seguridad alimentaria de los ciudadanos.
Igualmente se ha fortalecido el enfrentamiento a las ilegalidades como el comercio de especies de la flora y fauna que ponen en peligro la biodiversidad y atentan contra los ecosistemas.
De 550 a 600 millones de pesos se han destinado en Cuba en los últimos años para la implementación de la Tarea Vida, una prioridad del gobierno para proteger a los ciudadanos, garantizar su bienestar y legar a las futuras generaciones un país con un entorno saludable y equilibrado.