Prensa Mercosur.
Por María Josefina Arce.
Asediado por la COVID 19 y un aumento de la impopularidad del presidente Jair Bolsonaro hasta un 50%, el gobierno de Brasil avanza sin embargo, en la privatización de ELETROBRAS, la mayor empresa eléctrica del país y de América Latina.
Desde el gobierno de su antecesor, el golpista Michel Temer, está latente el peligro de la privatización de la compañía. Ahora el ejecutivo que preside Bolsonaro se empeñó en acelerar a través de una medida provisoria el proyecto, aprobado a toda carrera en los últimos días por el Congreso y que constituye parte de su ambiciosa y cuestionada agenda neoliberal.
Un proceso carente de transparencia, como han señalado los empleados de ELETROBRAS que acusan a las autoridades de no haber discutido con la sociedad y con el personal de la empresa los riesgos que una iniciativa como esta puede traer a los brasileños.
La compañía es responsable de entre el 40 y 50 % de la transmisión y el 30% de la producción de energía en la nación suramericana.
Actualmente el estado posee 60% de las acciones de ELETROBRAS, cifra que se reducirá a 45% con la liberación.
Tanto Bolsonaro como el ministro de Economía Paulo Guedes tratan de vender una imagen falseada de las consecuencias de esa acción. Mientras para el mandatario sin la privatización el sistema energético del país acabará en un caos, para Guedes, abierto neoliberal formado en Estados Unidos, se reducirán las facturas eléctricas de hogares y las empresas hasta un 7% .
Pero la oposición ha alertado que la pérdida del control estatal realmente llevará al aumento de las tarifas y dificultará el acceso de la población en un contexto de crisis económica, agravada por la COVID 19 que ya reporta en la nación más de 510 MIL decesos y sobrepasó los 18 millones de contagios.
Los brasileños han visto empeorar sus condiciones de vida durante la emergencia sanitaria. Millones han vuelto a caer en la pobreza y no tienen cómo satisfacer sus necesidades básicas.
Los trabajadores eléctricos han denunciado que la tarifa se elevará a un 25%, imposible de costear para muchas familias que sin entradas seguras de recursos hoy enfrentan un complejo panorama económico.
El secretario general de IndustriALL Global Unión, Mario Vani, afirmó que si ELETROBRAS no fuera rentable no sería vendida y no tendría especuladores queriendo comprarla.
Preocupa la entrega de activos estratégicos. Bolsonaro está saqueando los bienes públicos y poniéndolos en manos de las transnacionales.
El ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva alertó sobre esta acción, que pone en riesgo la soberanía y seguridad energética de Brasil.
ELETROBRAS se suma a la venta de una veintena de puertos y aeropuertos, una vía férrea y de la compañía de tratamiento de agua de Río de Janeiro.
Con su política neoliberal Bolsonaro está vendiendo a Brasil. Los expertos han subrayado que las privatizaciones amenazan la capacidad de desarrollo nacional. Para muchos si el actual gobierno no se va habrá más pobreza, muertos y un país en manos de las transnacionales.
