Por María Josefina Arce
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Se conocían en el mundo los primeros casos de la COVID 19 y su alto grado de transmisión y ya Cuba comenzaba a prepararse. Las autoridades y la comunidad científica ponían en marcha un protocolo de enfrentamiento, basado en la prevención y la rápida atención médica.
Hace más de un año del reporte en el país del primer caso de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus y, en ese tiempo a medida que se conocía más de la dolencia y de acuerdo con la situación epidemiológica se ha ido actualizando el protocolo.
Se han mantenido y reforzado las pesquisas, esenciales para poner un freno a su propagación, pero se han ido incorporando medicamentos en el tratamiento de los enfermos para lograr su recuperación y minimizar las posibles secuelas.
Con ese fin se ha recurrido a la ozonoterapia como una alternativa complementaria en el tratamiento de la COVID 19, una modalidad aprobada dentro de la medicina natural y tradicional del Ministerio de Salud Pública.
Conocidas son las ventajas de la ozonoterapia que mejora la circulación y oxigenación en la sangre, las defensas del organismo contra las infecciones y ayuda a soportar mejor otros tratamientos.
Esta opción, no invasiva y bien tolerada por los pacientes, ha demostrado su eficacia, al disminuir el impacto en los pacientes de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, de acuerdo con los especialistas.
Cuba tiene experiencia en el empleo de esta modalidad, pues desde la década del 70 del siglo pasado comenzó a incursionar en esta línea investigativa.
El empleo con fines medicinales del llamado gas azul se inició en la oftalmología y hoy se ha extendido como tratamiento en todo el archipiélago cubano y su uso abarca un amplio grupo de especialidades que incluyen la ortopedia, neurología, odontología y oncología, entre otras.
Ahora su utilización en los enfermos de COVID 19 muestra resultados alentadores, de acuerdo al ensayo clínico exploratorio y otros estudios realizados por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas.
De acuerdo con los especialistas, como resultado de las investigaciones se obtuvo que en un periodo de cinco días 81% de los pacientes que recibieron ozonoterapia junto con el tratamiento convencional dieron negativos al virus, en comparación con el 43% del grupo de control que solo recibió el esquema habitual de medicamentos.
Los estudios cuentan con la aprobación de la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba y del Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos.
Los científicos cubanos estudian todas las variantes y posibilidades para minimizar el impacto de la COVID 19 en la población, con cuya salud y protección están altamente comprometidos.