Grosera injerencia

Editado por Maite González Martínez
2021-07-13 07:13:44

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Por: Guillermo Alvarado

Se acumulan las evidencias de que algunos gobiernos sudamericanos, particularmente el de Mauricio Macri de Argentina, intervinieron en los asuntos internos de Bolivia en 2019 y apoyaron de diversas maneras el golpe de Estado contra el entonces presidente Evo Morales.

La asonada tuvo un elevado costo en vidas humanas y todo el mundo recuerda, dentro y fuera de ese país, las masacres de Senkata y Sacaba, que fueron perpetradas por policías y militares bolivianos, es verdad, pero con municiones que evidentemente fueron enviadas desde Argentina.

Así lo denunció recientemente en Buenos Aires el actual ministro de Justicia, Martín Soria, cuando aseguró que “Macri cargó las armas con las que la dictadura boliviana masacró a su pueblo”.

Se refería el funcionario a la investigación que se realiza en los dos países sobre la eventualidad que desde el primer momento del golpe, funcionarios de la administración del partido Juntos por el Cambio enviaron gran cantidad de municiones y otros equipos al régimen de facto.

Un avión de la Fuerza Aérea Argentina partió con 11 miembros del cuerpo élite conocido como “Alacrán”,  que iban dotados nada menos que con 70 mil cartuchos para, supuestamente, proteger a la embajada en La Paz.

Nunca hubo ningún intento de ataque contra la sede diplomática, pero cuando los oficiales retornaron a su país, no llevaron de regreso una sola munición.

El pretexto de que los gastaron en entrenamientos dentro de la embajada es, no sólo absurdo, sino ridículo porque tendrían que haberse pasado días enteros disparando para agotar esa gran cantidad de cartuchos.

Pero eso no es todo. Como se conoce, para trasladar elementos armados de un país a otro se deben cumplir determinados protocolos y en el caso argentino contar con la aprobación del Congreso, todo lo cual se violó en este caso.

Tampoco se hicieron los trámites correspondientes en las aduanas, por lo que simple y llanamente ocurrió tráfico ilegal de armas, un delito en el que están involucrados el expresidente Macri, su canciller, Jorge Faurie, y los exministros de Seguridad, Patricia Bulrich, y de defensa, Oscar Aguad.

Existe, eso sí, una carta del ex comandante de la Fuerza Aérea boliviana Gonzalo Terceros, dirigida al embajador argentino, Normando Álvarez García, agradeciendo la ayuda enviada por el gobierno de Macri.

Juntos por el Cambio ya había perdido las elecciones y el presidente estaba próximo a entregar el poder a su sustituto, Alberto Fernández, pero aun así hizo todo lo posible para apoyar el golpe contra Evo Morales e instalar un régimen de facto en Bolivia, tal y como lo deseaba Estados Unidos.

Una vulgar intervención en asuntos internos de una nación soberana. 



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