El peligroso discurso armamentista de Bolsonaro

Editado por Maite González
2021-08-31 07:01:51

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Desde que asumió la jefatura de estado, hace dos años, no ha ocultado Bolsonaro su predilección por las armas de fuego y en ese camino ha guiado su gestión.

Por María Josefina Arce.

Armas y más armas es la apuesta del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien desde su llegada en 2019 al Palacio del Planalto ha buscado liberar la venta de estos artefactos, lo que ha intentado hacer a golpe de decretos, aunque ha chocado con la oposición de la Corte Suprema que ha suspendido varios de ellos.

En los últimos días el ultraderechista mandatario insistió en su retórica armamentista y  llamó a la población a comprar fusiles. Sus declaraciones fueron ampliamente criticadas por gran parte de la sociedad, que contrariamente a los argumentos del presidente ya siente amenazada su seguridad por la proliferación en las calles de estos dispositivos.

El Foro Brasileño de Seguridad Pública, citado por la agencia española de noticias EFE, precisó que el pasado año se duplicó el número de armas de fuego registradas en la nación al pasar de 94 400 en 2019 a 186 000.

Como resultado ya en diciembre de 2020 en el gigante suramericano estaban registradas más de dos millones de armas privadas.

Las estadísticas revelan que en 2020 más de 50 MIL personas murieron de forma violenta, un aumento de 5% respecto al año anterior. Es decir hubo un homicidio cada 10 minutos.

El 78% de esas muertes violentas registradas en territorio brasileño estuvieron asociadas a armas de fuego.

 Bolsonaro sin embargo, prefiere ignorar estas alertas y sigue empeñado en favorecer a la industria armamentista. En julio pasado eliminó el impuesto de 150% a las exportaciones de estos pertrechos que se realizan fundamentalmente, a países de Centro y Suramerica, una decisión que puede tener un impacto negativo en la seguridad pública de Brasil. 

De hecho el alto gravamen fue adoptado en 2001, pues varias investigaciones revelaron que muchos de los artefactos exportados desde Brasil terminaban otra vez en esa nación en manos de delincuentes.

Pero el discurso del presidente conlleva otros peligros, pues esa exhortación a los brasileños de que compren armas tiene lugar en un momento altamente complejo, dado su enfrentamiento con el Supremo Tribunal Federal y sus constantes alusiones a un posible fraude en las elecciones generales de 2022, ante el inexorable avance del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, del Partido de los Trabajadores.

Por demás, no podemos olvidar la marcha de los simpatizantes del mandatario prevista para el venidero 7 de septiembre,  en la que policías exhortaron a sus colegas a participar.

Gobernadores brasileños manifestaron su rechazo y llamaron a los agentes policiales a respetar la legalidad y no involucrarse en política.

En el discurso y postura armamentista de Bolsonaro, un nostálgico de la época de la dictadura militar, hay grandes riesgos. En todo momento ha tratado de agradar y acercar a esos grupos partidarios de la tenencia y porte de armas, lo que muchos ven como una amenaza para la estabilidad política de Brasil.



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