La tv es una herramienta indispensable para la educación en tiempos de Covid-19. Foto: Radio Rebelde
Por: Roberto Morejón
Cuba impulsa dos gigantescas tareas al reiniciarse el curso escolar, de forma no presencial, e inmunizar a toda la población pediátrica, con inyectables propios.
Después de la parálisis a causa de la COVID-19 , el año lectivo 2020-2021 recobró acción mediante tele clases y a distancia en las Universidades, dada la voluntad de acercar a los discípulos al momento de rescatar la instrucción presencial.
La televisión nacional transmite una amplia programación en la que profesores experimentados explican los contenidos de las asignaturas de los ciclos de la enseñanza.
En las familias recae una gran responsabilidad, ante el imperativo de guiar a niños y adolescentes frente al televisor y propiciar su autopreparación.
No será fácil tal encomienda dada la multiplicidad de deberes de los adultos y de que a los educandos les será complejo recobrar hábitos de estudio después de meses de confinamiento.
Para progenitores, colegiales y maestros ---estos últimos en preparación en sus planteles ante la futura reincorporación de los muchachos a las aulas tan pronto se vacunen----, el momento es de suma importancia.
Los planteles deben estar listos para cuando por territorios finalice la vacunación con las fórmulas cubanas Abdala y Soberana 02, aprobadas para su uso de emergencia por la autoridad regulatoria nacional.
Con esa inoculación, Cuba se convirtió en el primer país en ejecutar un procedimiento masivo de ese tipo en la población pediátrica de dos a 11 años.
Los científicos cubanos, que también han guiado junto al Ministerio de Salud Pública la protección de adolescentes de 12 años hasta 19 y adultos, patentizaron la seguridad del proceso.
En su criterio, los antígenos son convincentes, entre otras razones por la plataforma en la cual están montados, pues ha sido utilizada en otras vacunas.
Sin embargo, niños, adolescentes, padres y maestros deben continuar la protección higiénico-sanitaria, solo posible de flexibilizar a mediados de noviembre.
Será por esa fecha cuando aumente notablemente el número de cubanos vacunados y deberá declinar el hoy peligroso rebrote de COVID-19, con su alto número de casos diarios y decesos.
La ciencia y los Ministerios de Salud Pública, de Educación y Educación Superior tienen las riendas de un colosal esquema de trabajo para proteger a los pobladores y recuperar atrasos en la instrucción.