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Por María Josefina Arce

Un mensaje de amistad y agradecimiento del pueblo cubano llevó el presidente Miguel Díaz Canel a México, nación con la que nos unen indestructibles lazos y que bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador han continuado su fortalecimiento.

Es un honor llegar a México, a la que tanto debe, ama y respeta Cuba, manifestó el mandatario, quien calificó de entrañable a esa nación hermana, en su discurso por los festejos del aniversario 211 de la independencia mexicana, en los que participó invitado por López Obrador.

Las palabras de Díaz Canel resumen el sentir de los cubanos, quienes no olvidan que ese país se mantuvo firme y desafío a Estados Unidos cuando se buscaba aislar a la naciente revolución. Fue el único estado que no rompió relaciones con la Mayor de las Antillas, cuando fue expulsada de la OEA, Organización de Estados Americanos, por mandato imperial.

Pero que además, ha condenado históricamente el criminal bloqueo norteamericano contra Cuba y ha reclamado el levantamiento de esa cruel medida, una demanda que reiteró López Obrador en su discurso en la ceremonia cívico militar de este jueves.

La solidaridad siempre ha estado  presente en los nexos bilaterales y en tiempos de pandemia no podía faltar. México envió a nuestro país insumos médicos y alimentos, mientras que médicos cubanos ayudaron al enfrentamiento a la COVID 19 en ese estado latinoamericano.

La historia ha unido a ambos pueblos a lo largo del tiempo. El Héroe Nacional de Cuba, José Martí, vivió en esas tierras y los veteranos mexicanos Gabriel González y Felipe Herrero participaron en las luchas independentistas cubanas del siglo XIX y alcanzaron los más altos grados militares.

Del Puerto de Tuxpan zarpó el yate Granma con Fidel Castro al frente de un grupo de jóvenes revolucionarios para emprender la última etapa de la lucha por la definitiva independencia de Cuba.

Es un hecho incuestionable que ambos pueblos han marchado juntos y siempre han honrado sus relaciones bilaterales. La actual visita de Díaz Canel y su participación en los festejos de una histórica fecha para México, como invitado de honor, habla por sí solo de la amistad y cercanía. Un gesto que el mandatario cubano calificó de inconmensurable valor en momentos en que la revolución es objeto de una guerra multidimensional.

Esta es la tercera visita que Díaz Canel realiza a tierras mexicanas en los últimos tres años. La primera fue en 2018 cuando asistió a la toma de posesión de López Obrador. Un año después retornaría para tratar temas al más alto nivel.

Hoy son sumamente fructíferos los nexos y se busca ampliar las relaciones económico-comerciales, de inversión y cooperación. Fluido es asimismo, el diálogo político-diplomatico.

Siglos de historia y principios comunes unen a Cuba y México, dos países hermanos que están interesados en continuar fortaleciendo sus relaciones bilaterales, sustentadas en el respeto, la no injerencia en los asuntos internos y la solidaridad.