Foto tomada de periodicovictoria.cu

Por Roberto Morejón (RHC)

Entre sus notables aportes a la sociedad cubana, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) destacan en plena pandemia por la labor informativa y de soporte a la vacunación, con antígenos domésticos, lo que subraya su servicio en el aniversario 61 de su fundación.

Surgidos por iniciativa del líder histórico Fidel Castro para robustecer la vigilancia frente a la subversión, los CDR, como los conocen los cubanos, están asociados hoy al avance de la inmunización con Abdala y Soberana.

Dirigentes de la colectividad avisan a las personas convocadas a inocularse con el inmunógeno salvador y, a su vez, aportan datos valiosos para que los médicos de la familia encaucen una parte de su decisiva labor.

Pero los Comités de Defensa también se involucran hoy en una obra de altura, al colaborar en las faenas para mejorar la situación en barrios y comunidades vulnerables.

Si bien los recursos materiales del Estado son insuficientes a causa del bloqueo estadounidense y el impacto de la COVID-19 en el erario público, la  organización barrial apoya la coordinación de trabajos para atenuar apremios que laceran la vida cotidiana.

Por ese rumbo ayudan a auscultar en asentamientos donde existen problemas desatendidos, escuchan opiniones y críticas y respaldan acciones del país para lograr una sociedad más inclusiva.

También propician el reconocimiento a ciudadanos destacados, como los jóvenes participantes en la lucha contra la Covid-19 o los científicos y técnicos, protagonistas en la elaboración de tres vacunas y dos candidatos a serlo.

Con la guía de su carismático coordinador el Héroe de la República Gerardo Hernández, los CDR tratan de vincularse un poco más a esfuerzos titánicos del país como el de reducir las onerosas importaciones de alimentos.

Si en muchas demarcaciones labran en patios y parcelas ociosas, a veces cubiertas con desechos, al menos plantas aromáticas, condimentos y vegetales, serían entregados al consumo popular.

No hay dudas de que además de la vigilancia, la salud y el activismo, los Comités de Defensa son muy convenientes en el respaldo al sistema educativo, la recuperación de materias primas y el ahorro.

Y NO puede olvidarse que también podrían ser un canal adecuado hacia el fomento de una mejor convivencia ciudadana en los barrios, donde se respete el derecho de todos a la tranquilidad.