Ecuador, cárceles terreno de nadie

Editado por Maite González
2021-10-01 06:49:04

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Imagen / Agencia EFE.

Por: Roberto Morejón

Con más de 230 muertos este año, los motines carcelarios en Ecuador arrojan señales del fatídico deterioro de un sistema que, como en cualquier sociedad que se respete, debe conducir al posible tratamiento social de los encausados y al orden en los penales.

La más reciente de las reyertas entre pandillas con vasto poder en uno de los reclusorios, culminó con 116 fallecidos, muchos de ellos mutilados, en reflejo del grado de violencia aplicado.

De acuerdo con los reportes, las disputas entre carteles de las drogas tienen su incidencia en las cárceles, pues nadie olvida que Ecuador es vecino de Colombia.

Este último país es amplio productor de alucinógenos y canal de tránsito de la mercancía hacia Estados Unidos, principal consumidor.

Téngase en cuenta que un informe del portal investigativo Código Vidrio detalló que 25 mil  personas privadas de libertad en Ecuador pertenecen a alguna banda criminal.

La policía ecuatoriana admitió la existencia de mafias con control de los pabellones en las prisiones.

Pero si bien la contigüidad con Colombia, donde también impera la violencia y se registran masacres, resulta un componente negativo, Ecuador ostenta asimismo acentuados inconvenientes de infraestructura y déficit de personal técnico para supervisar a los reclusos. 

Los penales exhiben hacinamiento, pues según el  Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y Jóvenes Infractores, el país cuenta con 53 cárceles con capacidad de acoger a casi 29 mil individuos, pero albergaban a 10 mil más en enero de 2021.

NO pocos expertos también atribuyen la saturación a los altos índices de inseguridad, porque entre enero y agosto de este año en la ciudad de Guayaquil fueron asesinados 430 transeúntes.

El gobierno del expresidente Lenín Moreno solo atendió las crisis con la promulgación de estados de excepción ante conatos de violencia.

No hizo nada por crear servicios básicos, reformar el sistema penitenciario y abordarlo como un asunto de probidad social, en lugar de encaminarlo únicamente desde el lado de la seguridad.

Los recurrentes motines en los correccionales de Ecuador, frecuentes en otros países de América Latina, están lejos de zanjarse únicamente con el reclutamiento de más policías, el cercado con vallas electrificadas o mayor represión.



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