Durante su informe al Parlamento, Portal Miranda destacó el enfrentamiento de Cuba a la Covid-19. Foto: @PresidenciaCuba

Por María Josefina Arce (RHC)

La ciencia cubana, siempre al servicio del bienestar del pueblo, tuvo un lugar destacado en el VII periodo ordinario de sesiones de la IX legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que en representación de todos los cubanos reconoció el trabajo de estos hombres y mujeres que han apostado por la vida en esta larga batalla contra la COVID-19.

La labor desplegada a lo largo de casi dos años ha sido intensa, sin descanso, y ha exigido de un gran esfuerzo para además, sortear las limitaciones materiales que impone el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos durante casi seis décadas.

Pero el país cuenta con una comunidad científica comprometida y con una alta preparación, gracias a la importancia que siempre concedió a este sector el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), quien supo ver el papel que debía desempeñar la ciencia en el avance del país.  

Lo cierto es que la ciencia cubana de hoy es resultado de esa mirada a largo plazo, de esa visión de futuro de Fidel. Sus propuestas revolucionaras e innovadoras de trabajo posibilitaron agrupar en un frente común a los científicos de mayor prestigio y resultados, dando inicio a una nueva etapa en esa esfera.

De hecho el trabajo conjunto entre las autoridades sanitarias, universidades, el sector biotecnológico y de otras instituciones de investigación y producción permitió dar una mejor respuesta a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Una realidad destacada por el ministro cubano de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, durante su informe al Parlamento sobre los resultados del enfrentamiento a la COVID-19. En su intervención el titular subrayó que la labor de nuestros investigadores permitió esa independencia que, como enfatizara  Fidel, depende de la tecnología, de la ciencia.

Y es un hecho que  Cuba lleva a cabo  en la actualidad una exitosa campaña de vacunación con inmunógenos propios, fruto de ese desvelo de nuestra comunidad científica y de la voluntad política de las autoridades, que siempre han potenciado el desarrollo de ese sector.

Pero también en este tiempo se han desarrollado otros medicamentos, los cuales han contribuido a disminuir la gravedad de la dolencia, que ha provocado hasta el momento en el mundo poco más de cinco millones de fallecidos.

 Los científicos han estado presentes, igualmente, en la conformación de los modelos de pronósticos, que, apuntó Portal Miranda, han dado luz sobre la marcha de la enfermedad y han servido de guía, junto a otras investigaciones, para perfeccionar el protocolo clínico de enfrentamiento.

La nación caribeña cuenta, además, con un mecanismo de atención a los convalecientes y estudios de las secuelas renales, neurológicas, pulmonares y psicológicas, entre otros.

Invaluables han sido los aportes de nuestra comunidad científica en estos meses de pandemia, que han posibilitado una mejor y rápida respuesta. El gran papel desempeñado lo ha resumido el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, al subrayar que la ciencia cubana salva vidas.