Foto: ILGALAC
Por María Josefina Arce (RHC)
Preocupantes son todavía en el mundo los niveles de violencia contra las mujeres y las niñas. De acuerdo con organismos internacionales, una de cada tres féminas en el planeta ha sido víctima de este fenómeno, que en los casi dos años de pandemia se ha agudizado.
El confinamiento para evitar el contagio y la propagación de la COVID-19, el aislamiento social y la inseguridad económica han llevado a un aumento de la vulnerabilidad en el hogar.
En Cuba, aunque la mujer ha sido uno de los segmentos de la población más beneficiados en todas estas décadas de Revolución y se ha ganado en su empoderamiento, todavía subsisten ciertas manifestaciones machistas y la violencia, si bien en menor grado, es un problema social en vías de solución.
Por eso para visibilizar este fenómeno se inició en esta semana la Jornada Nacional por la NO violencia contra las mujeres y las niñas, que se extenderá hasta el venidero mes de diciembre.
Durante más de 30 días no solo se realizarán charlas, talleres, programas radiales y televisivos sobre la temática, y debates en centros laborales, sino que se pondrán en marcha otras acciones a favor de la protección de este género.
En ese camino se inscribe la apertura de las Consejerías para el Tratamiento a la violencia, con sede en las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia, que tiene la FMC, Federación de Mujeres Cubanas, en cada municipio del país.
En declaraciones a la prensa, Yaneidis Pérez, miembro del Secretariado Nacional de la FMC, afirmó que este será un espacio de confianza donde las cubanas podrán plantear su situación y recibir ayuda especializada de un equipo de colaboradores, integrado por médicos, psicólogos, juristas y otros profesionales.
En este año, además, fue aprobado el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, que abarca diversos aspectos como el empoderamiento económico de las féminas, el reto de fomentar una educación y práctica sobre la salud sexual y reproductiva.
Cuarenta y cuatro medidas están contenidas en este programa, en total concordancia con la Constitución de la República, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
En territorio cubano también se efectúan campañas de sensibilización, como Evoluciona y Únete, y la habilitación de la línea telefónica única para atender a las afectadas.
A lo largo de todos estos años Cuba ha trabajado porque la mujer ocupe el lugar que le corresponde en la sociedad, y dejado clara su postura de tolerancia cero a la violencia de género y en el seno familiar
