Foto: Archivo/RHC

Por María Josefina Arce (RHC)

No quedan dudas, la derecha en el Parlamento Europeo (en la foto) tiene una idea fija con Cuba. Persiste en promover debates sobre la situación de los derechos humanos, con pretextos nada creíbles, que responden a un guión para manipular el tema y dar una imagen falseada de la realidad cubana.

Llama la atención que nuestro país es el único  de América Latina y el Caribe sobre el cual se ha discutido tanto en los últimos meses en ese órgano.

Y nada es casualidad, todo indica que se busca entorpecer las relaciones entre Cuba y la Unión Europea y retornar a aquellos tiempos de la llamada Postura Común, que promovida en 1996 tenía un carácter injerencista, selectivo, discriminatorio y respondía a los dictados de Estados Unidos.

A esa posición se puso fin en 2016 con la firma del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y Cuba, que abrió un nuevo capítulo mutuamente provechoso para ambas partes.

Pero un reducido grupo de eurodiputados vuelve una y otra vez sobre viejos y gastados pretextos, sumándose al rejuego de Estados Unidos, país que precisamente con su política hostil hacia la nación caribeña sí viola los más elementales derechos humanos de todo el pueblo cubano.

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El bloqueo norteamericano que desde hace casi 60 años mantiene Washington contra nuestro país constituye la más larga y grave transgresión de las prerrogativas ciudadanas.

No hay familia cubana que no haya padecido por las limitaciones en su vida diaria, un importante detalle que oportunamente no menciona la derecha europea, que parece olvidar además, el rechazo mundial a esa genocida medida.

Ahí están sin embargo, para refrescarle la memoria las votaciones en la Asamblea General de la ONU, donde en junio pasado se demandó por vigésimo novena ocasión el levantamiento del cerco económico, recrudecido en tiempos de pandemia.

Y más recientemente aquí en La Habana, en la XX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, también se denunció la criminal medida contra la que lucha el Gobierno para defender las prerrogativas de su pueblo.

Así lo demuestran los logros de la Revolución en todos estos años, destacados por organismos internacionales. La Mayor de las Antillas es reconocida por sus avances en salud, biotecnología y educación, entre otros.

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De hecho Cuba cuenta en la actualidad con tres vacunas contra la COVID-19, gracias a la incansable labor y el talento de nuestra comunidad científica. 

La UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ha señalado el liderazgo del país caribeño en la producción de inmunos contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

Destaca, igualmente, por velar por el desarrollo integral de niños y jóvenes y proteger a otros sectores vulnerables como las mujeres, ancianos y discapacitados.

Cuba garantiza los derechos humanos de cada cubano y, además, contribuye con su ayuda a que ciudadanos de otros pueblos accedan a la salud y la educación, un ejemplo del humanismo y la solidaridad que caracterizan a la Revolución