La violencia, un reto para el nuevo gobierno de Honduras

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2022-01-11 07:16:58

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De acuerdo con datos oficiales, la media diaria de asesinatos en el período mencionado fue de casi 10 por cada 100 mil habitantes.

Por: María Josefina Arce

Cuando el 27 de enero próximo asuma Xiomara Castro la presidencia de Honduras tendrá un gran reto, hacer frente a la violencia imperante en esa nación, que con cerca de diez millones de habitantes es considerada  la más violenta de Centroamérica.

La cifra de homicidios aumentó 6,5% solo de enero a septiembre del pasado año, en comparación con el mismo periodo de 2020. En esos nueve meses la cifra de muertes violentas llegó a dos mil 720.

De acuerdo con datos oficiales, la media diaria de asesinatos en el período mencionado fue de casi 10 por cada 100 mil habitantes.

Estos hechos son atribuidos en mayor grado al crimen organizado y a las pandillas, conocidas como maras, que se disputan territorios y extorsionan a los pobladores de comunidades y barrios.

La llegada de la Covid-19 no puso un alto en las acciones vinculadas con el narcotráfico y las amenazas en las colonias que controlan esos grupos criminales.

La alta impunidad existente en el país contribuye al mantenimiento de esa crítica situación. De acuerdo con organismos de derechos humanos, alrededor del 90% de los homicidios permanecen impunes.

Y es que los diversos grupos criminales operan en muchos casos en complicidad con políticos, funcionarios del gobierno y sistema judicial.

Por demás, las medidas de seguridad adoptadas han llevado a la transgresión de los derechos humanos. Las fuerzas policiales se han excedido en el uso de la fuerza en los distintos operativos puestos en marcha, además de un contubernio con los grupos delictivos.

Lo cierto es que a lo largo de años se han olvidado políticas sociales que mejoren las condiciones de vida de los hondureños y se abran nuevas posibilidades para los jóvenes, quienes muchas veces son obligados a formar parte de las pandillas, pero en otras recurren a ellas para conseguir dinero.

De acuerdo con la estatal Universidad Autónoma de Honduras  la pobreza en ese país aumentó al 70% en 2020, mientras que aproximadamente 40% de la población está en situación de pobreza extrema. En el área rural ese índice es de 73,5% .

La tasa de desempleo llegó a cerca de 11% en 2020, al tiempo que desde 2018 al pasado año cayó en 17% la cifra de estudiantes matriculados en el sistema educativo público.

La válvula de escape a la violencia y la pobreza es la emigración. En 2019  unos 300 mil hondureños emigraron a Estados Unidos.

De ahí que el nuevo ejecutivo que gobernará desde el día 27 ha manifestado su compromiso con la juventud y con la atención a las principales necesidades del pueblo hondureño.

Su objetivo es crear nuevas oportunidades de empleo, atender la educación y otras áreas, cuya precariedad atentan contra la calidad de vida de los ciudadanos y llevan al aumento de la violencia.



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