Gustavo Petro.

Por: Guillermo Alvarado

El presidente electo de Colombia por la coalición progresista Pacto Histórico, Gustavo Petro, tomará posesión de su cargo el próximo 7 de agosto junto a su equipo de gobierno que ya está conformado a medias, y donde destacan varias personalidades muy respetadas dentro y fuera del país.

Uno de los nombramientos que más ha llamado la atención es el del jurista Iván Velásquez Gómez al frente de la cartera de Defensa, quizás uno de los ministerios más polémicos en una nación donde por más de medio siglo se vive un conflicto armado interno.

Petro aseguró que tratará de llevar a buen puerto la negociación de un acuerdo de paz con el insurgente Ejército de Liberación Nacional, ELN, y sin duda alguna el papel de Velásquez al frente de las fuerzas armadas tendrá una singular importancia.

También le tocará la difícil tarea de separar del ejército a la Policía Nacional, señalada de cometer graves violaciones a los derechos humanos durante las protestas de años recientes. Se espera que pase a ser un organismo civil, bajo la dirección de las carteras de Gobernación o de Justicia.

Iván Velásquez tiene un amplio historial en la lucha contra la corrupción, las bandas del narcotráfico y los grupos armados irregulares.

En 2013 renunció a su trabajo y salió del país debido a amenazas de muerte y la ONU lo nombró al frente de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, donde encabezó las investigaciones que llevaron a prisión al expresidente Otto Pérez Molina y su segunda en el cargo, Roxana Baldetti.

Otro nombramiento bien recibido por sectores progresistas colombianos fue el de la dirigente indígena Leonor Zalabata, quien será la próxima representante  ante la Organización de las Naciones Unidas.

Se trata de una mujer con larga experiencia en la defensa de la naturaleza y los derechos de las comunidades originarias, muy golpeadas por el conflicto armado, la voracidad de los terratenientes y los grupos paramilitares.

Zalabata es miembro de la etnia Arhuaca, que habita en la zona de la Sierra Nevada de Santa Marta y fue galardonada con los premios internacionales Anna Lindhs, otorgado por el gobierno sueco, y el franco-alemán Antonio Nariño, por su defensa de los derechos humanos.

Es una clara representante de la cosmovisión indígena, basada en principios como “lo sagrado no es lo que se tiene, sino lo que se es”, o “nosotros somos distintos, porque respetamos al otro, que es distinto”.

Menos de dos semanas faltan para que se inicie la administración de Gustavo Petro, que encarna las esperanzas de un pueblo que desea el fin de una matanza prolongada y el advenimiento de una vida con paz y justicia.