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Por María Josefina Arce.

Desde hoy y hasta el cuatro de septiembre La Habana es sede del Congreso Internacional "Controlando la diabetes y sus complicaciones más severas", una enfermedad de alta incidencia a nivel mundial y que gana terreno ante hábitos de vida poco saludables.

El evento, con una frecuencia bianual,  se ha convertido en el principal de su tipo en América Latina y el Caribe y es una buena oportunidad para conocer experiencias sobre el tratamiento de la dolencia.

La amplia participación foránea es una muestra del reconocimiento a los avances de Cuba, un referente a nivel mundial en el tratamiento de la úlcera del pie diabético.

El país cuenta desde 1975 con un Programa Nacional para el control de la diabetes, que tiene en la prevención una de sus principales acciones.  Desde la atención primaria de salud se desarrollan pesquisas para detectar a tiempo a las personas afectadas por la enfermedad.

Estos pesquisajes buscan igualmente evitar posibles complicaciones, entre las que están la amputación de los miembros inferiores. La Mayor de las Antillas cuenta con eficaces y novedosos medicamentos que hacen posible no llegar a esta situación.

El HEBERPROT-P es un fármaco que ha marcado un antes y un después al respecto. Único de su tipo en el mundo es fruto de las investigaciones e incansable labor de los trabajadores del reconocido Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, organizador precisamente del congreso en La Habana.

Este medicamento, que ha beneficiado a cubanos y ciudadanos de otras nacionalidades, ha logrado reducir los índices de amputación, al favorecer la rápida cicatrización de heridas en los diabéticos.

El Programa Nacional de Control de la Diabetes presta una atención especíal a las mujeres embarazadas con esa dolencia, a niños y adolescentes y al adulto mayor, uno de  los sectores poblacionales más afectado.Tiene también entre sus prioridades educar al paciente sobre la enfermedad.

Cuba exhibe avances en el seguimiento de la diabetes. De hecho ha sido calificada por la OPS, Organización Panamericana de la Salud, como la nación de América Latina y el Caribe con mejor control glucémico de sus pacientes.

Un notable logro, a pesar de no tener los más avanzados dispositivos por contar con tecnologia estadounidense, uno de los tantos obstáculos que en la esfera de la salud impone el entramado de leyes que conforman el genocida bloqueo impuesto por Estados Unidos.

No obstante, gracias al esfuerzo del personal sanitario y la voluntad política de las autoridades, los expertos señalan que en el país antillano las personas con diabetes pueden tener una esperanza de vida muy similar a las que no tienen esta condición.