El arribo de internacionalistas cubanos fue determinante para Angola

Editado por Maite González
2022-11-05 05:42:27

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Por: Roberto Morejón

Cuarenta y siete años atrás, una acción singular coligó a La Habana con Luanda, las respectivas capitales de Cuba y Angola, ante los intentos de Sudáfrica, Estados Unidos y mercenarios de frustrar la independencia de la nación africana de habla portuguesa.

En la capital de la mayor de las Antillas, el líder Fidel Castro encabezaba entonces una tensa y agitada reunión.

Al cabo, se decidió el traslado de unidades de combate a Angola, asediada por diversos puntos geográficos por mercenarios y elementos armados por la CIA, Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.

Los reportes recibidos en La Habana evidenciaban  una situación embarazosa al estar en peligro la soberanía de Angola.

Ante ello el gobierno de Cuba respondió afirmativamente a la solicitud de ayuda enviada por Agostinho Neto, líder del MPLA, Movimiento Popular para la Liberación de Angola.

Al atender tal pedido, la mayor de las Antillas ponía de relieve el carácter internacionalista de la Revolución y su apego a la amistad tradicional con los pueblos africanos, desde donde llegaron a la nación caribeña esclavos, uno de los afluentes de la nacionalidad.

El desplazamiento de los combatientes cubanos, hasta una cifra total que con el tiempo sumó 300 mil, recibió el apelativo de Operación Carlota, nombre de una esclava sublevada durante el coloniaje español, exactamente 132 años antes del cinco de noviembre de 1975.

Como era de esperar, Estados Unidos rechazó el envío de las tropas internacionalistas cubanas, desviando la atención de su papel en el entrenamiento de los fantoches enfilados contra la independencia de Angola y de su contubernio con el régimen sudafricano del apartheid.

Fue Sudáfrica el soporte principal de los enemigos de Angola y más tarde participó directamente en los esfuerzos por cercenar al país.

Pero la alianza entre cubanos y angolanos logró desbaratar los planes de Pretoria, de Estados Unidos y del régimen de Zaire, para garantizar la victoria de los seguidores de Neto y también la posterior liberación de Namibia y la sucesiva capitulación del régimen segregacionista.

Gracias a la Operación Carlota, Angola pudo proclamar la independencia el 11 de noviembre de 1975.

En el presente, su pueblo y gobierno tratan de enfilar el país hacia el desarrollo, sin olvidar su gratitud a Cuba por la ayuda, materializada hoy en la esfera civil.



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