Europa perpleja y remisa ante refugiados

Editado por Maria Calvo
2022-11-12 09:28:17

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Tensión entre Italia y Francia por migrantes

por Roberto Morejón

A muy pocos días de llegar al poder, el gobierno de extrema derecha de Italia se ha enfrascado en una agria controversia con Francia, y eventualmente con otros países, al negarse a admitir que atracara un barco con migrantes vulnerables.

Se trata de un antiguo problema, visto con notable ojeriza en el Viejo Continente, al considerar amenazadas sus fronteras por el arribo de personas que escapan de naciones del Sur empobrecido, donde no encuentran sustento.

Roma rechazó acoger a la nave “Ocean Viking”, con más de 200 pasajeros a bordo, incluyendo 57 niños, después de tres semanas de espera y Francia aceptó recibir solo a la tercera parte.

Los restantes deberán esparcirse por nueve países, pues si bien Italia arguye de forma airada que no puede ser el único receptor, sus vecinos también se muestran remisos aunque con matices.

El país transalpino, ahora regido por la ultraderecha con la primera ministra Georgia Meloni al frente, alega estar al tope por absorber este año 90 mil migrantes.

Otros piensan que todo no es más que expresión de la línea dura adoptada por la Premier en materia migratoria, como continuidad de la impronta de Matteo Salvini, actualmente juzgado por el bloqueo de naves humanitarias entre 2018 y 2019 cuando era titular de Interior.

Roma se atrinchera en que solo 164 solicitantes de asilo fueron trasladados a otras naciones de la Unión Europea en 2022.

Integrantes del bloque aducen acuerdos anteriores para compartir los arribos y reprochan a Italia la aprobación de políticas selectivas y discriminatorias.

Ciertamente, el problema parece insoluble de fondo en tanto el Mediterráneo se convirtió en una de las rutas más peligrosas del mundo, al punto de morir o desaparecer en sus aguas cerca de 1900 pasajeros furtivos este año.

Mientras más embarcaciones zarpan desde las costas norteñas de África, crecen las tensiones que no solo abarcan a Italia y Francia, porque sus vecinos tienen además otros desasosiegos.

Les inquietan las consecuencias del conflicto en Ucrania y los precios elevados de las facturas de electricidad y gas.

Y también les intranquilizan cómo la extrema derecha en auge explota el asunto de la migración y exacerba las rivalidades en Europa.

Porfías que los migrantes vulnerables observan desde embarcaciones sobrecargadas con atraques aplazados, porque con sus privaciones también se hace política.

 



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