¿Una guerra civil?

Editado por Maite González
2022-12-04 09:05:38

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Imagen / Reuters

 

Por: Roberto Morejón

Ni siquiera porque Pedro Castillo solicitó mediación a la descalificada OEA, la derecha fanática con el control del legislativo en Perú se amilanó en su porfía contra el Presidente de la nación, y tramita la tercera moción para su despido. 

 El Congreso peruano se propone el siete de diciembre cesar al Primer Mandatario, mediante la figura de vacancia, por lo que califica de “permanente incapacidad moral”.

 No se trata de un intento aislado por derribar al Jefe de Estado, elegido en las urnas, pues ya le impiden trabajar.

 Con tendencias racistas e histérico anticomunismo, los adversarios de Castillo ambicionan hacer creer en su alegado talante democrático, pero no lo consiguen.

 Una oposición proclive al ex presidente de mano dura  Alberto Fujimori y a las aspiraciones presidenciales de su hija Keiko, maneja los hilos del Congreso.

 Desde las elecciones de 2016, cuando Pedro Pablo Kuczynski fue electo presidente de la República venciendo a la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, inició una crisis permanente.

 Kuczynski renunció en 2018, cercado por escándalos y los recursos de vacancia, arma predilecta de los opositores en el parlamento.

 El siguiente estadista, Martín Vizcarra, corrió igual suerte, pues fue vacado por el Congreso por “incapacidad moral” en 2020.

 Le siguieron cinco presidentes hasta las elecciones ganadas por Pedro Castillo, ahora asediado por parlamentarios y jueces, ante lo cual solicitó mediación a la OEA.

 Un grupo de esa entidad visitó Perú y al cabo de entrevistarse con actores políticos recomendó una tregua y convocó a un diálogo nacional.  

 La OEA puso de relieve lo que muchos advierten: la alta fragmentación política, el cuestionamiento a funcionarios del ejecutivo y la obstaculización del ejercicio del poder, entre otras arbitrariedades.

 Pero la derecha no cejó en su estrategia desestabilizadora y el Congreso le impidió a Castillo asistir a la cumbre de la Alianza del Pacífico en México, donde debía asumir la presidencia pro tempore.

 El pacto propone reunirse en Lima, aunque la atmósfera es irritante en la nación por la disputa política y los brotes de influenza aviar y de Covid-19.

 Entretanto, los peruanos constatan estupefactos la confrontación entre los diversos poderes del Estado y preguntan cuándo atenderán sus problemas.

 Le asisten razones a uno de los actores políticos entrevistados por la OEA al afirmar que en Perú se vive una guerra civil entre las instituciones públicas.



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