Resolución contra bloqueo

por María Josefina Arce

Mientras el presidente Joe Biden, prorrogaba por un año más la prohición a embarcaciones norteamericanas de ingresar a Cuba, en ese vecino país ha ido creciendo el rechazo a la política hostil contra el pueblo cubano, objeto desde hace más de 60 años de un cruel bloqueo económico, comercial y financiero.

Precisamente en los últimos días, se aprobó una nueva resolución que demanda el levantamiento de esa unilateral medida, recrudecida incluso, en medio de la pandemia de la COVID 19 y que obstaculizó el enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

El Consejo del Distrito de Columbia, en Washington, reconoció que con la llegada a la  Casa Blanca, en 2017, de Donald Trump se adoptaron 243 medidas, que incrementaron el cerco y revirtieron los avances en la normalización de las relaciones bilaterales, registrados  durante el mandato de su antecesor Barack Obama.

La resolución aprobada por esa instancia se suma a las casi 70 adoptadas por ayuntamientos, legislaturas estatales, consejos escolares, sindicatos y otras organizaciones de Estados Unidos.

La condena al bloqueo norteamericano es una realidad en el propio suelo estadounidense que no puede esconder Washington. A lo largo de los años han sido múltiples las muestras de solidaridad hacia nuestro pueblo.

Emigrados de origen cubano, pero también incontables estadounidenses han protagonizado numerosas acciones para sensibilizar a la sociedad sobre el carácter genocida del bloqueo, que atenta contra la vida de todo un pueblo y provoca dolor y sufrimiento a las familias.

Los ciudadanos residentes en el norteño país han unido fuerzas para aliviar las afectaciones que ocasiona el cerco económico en ramas tan sensibles como la salud y la educación, que abarca a la enseñanza especial, que atiende a niños y jóvenes con otras necesidades.

Donativos de alimentos, medicamentos y otros insumos llegaron desde ese territorio para ayudar al enfrentamiento a la COVID 19 y también para poder garantizar el tratamiento a niños y adultos con determinadas dolencias.

A iniciativas humanitarias como Puentes de Amor y las Caravanas de Amistad Cuba-Estados Unidos, organizadas desde 1992 por la organización ecuménica Pastores por la Paz, se han ido sumando más y más estadounidenses y ciudadanos de otras nacionalidades.

Pero también han desarrollado numerosas acciones para continuar sensibilizando a la opinión pública norteamericana y de todo el mundo contra la política agresiva de Washington, que solo en los primeros 14 meses del gobierno de Biden ocasionó a la Mayor de las Antillas pérdidas por más de 6 mil millones de dólares.

El bloqueo ha sido condenado en 30 ocasiones por la Asamblea General de la ONU. Es un reclamo mundial que sin embargo, Estados Unidos ha preferido ignorar, aún cuando atenta contra el derecho a la vida de millones de cubanos.