Por María Josefina Arce
El gobierno de la presidenta Xiomara Castro aspira a declarar en este año más de cien municipios hondureños libres de analfabetismo, un empeño en el que cuenta con la ayuda de Cuba, con gran experiencia en esta labor, por su asesoramiento a una treintena de naciones.
Más de un centenar de metodólogos cubanos brindan su asistencia en territorio hondureño en la implementación del método "Yo sí puedo", mediante el cual han aprendido a leer y escribir unos diez millones de personas en el mundo.
Gracias a su aplicación en Venezuela y Bolivia, estas naciones fueron declaradas Territorios Libres de Analfabetismo, en 2005 y 2008, por la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
"Yo sí puedo" acumula 20 adaptaciones y ha llegado a países de América Latina y el Caribe, África, Oceanía y Europa. Existen también versiones destinadas a personas ciegas, sordas y con problemas intelectuales leves.
En la actualidad unos 30 MIL hondureños son alfabetizados con el programa cubano, reconocido por su eficacia y economía por la UNESCO, que en 2006 le otorgó el Premio Alfabetización Rey Sejong.
Datos del Instituto Nacional de Estadística revelan que en el país centroamericano hay más de 710 MIL iletrados, lo que representa 12% de la población. Buena parte de ellos se localizan en las zonas rurales, identificadas como el foco principal de la histórica problemática.
En declaraciones a la agencia noticiosa Prensa Latina, el ministro hondureño de Educación, Daniel Esponda, manifestó su satisfacción por la presencia de los educadores cubanos y la aplicación del método "Yo sí puedo", el cual calificó como el mejor del mundo.
Los hondureños ya conocen este programa, creado por la pedagoga Lionela Relys, por iniciativa del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro. Recordemos que fue aplicado en esa nación de 2006 a 2009 por el gobierno del entonces presidente Manuel Zelaya, y se logró reducir la tasa de iletrados hasta cerca de 6%.
Sin embargo, el golpe de estado contra Zelaya, elegido democráticamente en las urnas, significó un retraso en muchas áreas, entre ellas la educación. Los colaboradores de la Mayor de las Antillas se retiraron ante falsas acusaciones y ataques de los golpistas.
Pero los cubanos han retornado para unir esfuerzos con los hondureños. De hecho en una reciente visita a Tegucigalpa la entonces ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez, ratificó la disposición de su país de acompañar a Honduras en su propósito de alfabetizar a la población.
Las autoridades del país centroamericano confían en que se pueda erradicar el analfabetismo al cierre de 2024 con la ayuda de la Mayor de las Antillas, que a pesar del bloqueo norteamericano nunca ha dudado en apoyar a otros pueblos en su empeño por llevar el saber a todos sus ciudadanos y que puedan insertarse en la sociedad y elevar su calidad de vida.