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Por María Josefina Arce
Más de una década de neoliberalismo llevó a un estado crítico del sistema educativo en Honduras, situación que desde su llegada a la presidencia en enero de 2022 Xiomara Castro se propuso revertir.
La tarea no es fácil pues la falta de financiación a esta esfera de los gobiernos anteriores condujo a la destrucción de la infraestructura y equipamiento, a lo que se suma una alta deserción escolar, entre otras causas por falta de recursos de las familias.
De acuerdo con datos oficiales, para 2022 más de un millón de niños y adolescentes en edad escolar estaban fuera del sistema educativo, tras la pandemia de la COVID 19 que dejó al descubierto las brechas existentes. Se estima que en siete años la exclusión escolar creció a 22%.
Pero la mandataria ha dado pasos firmes para que la educación llegue a todos. Recientemente el gobierno aprobó la construcción, rehabilitación y mantenimiento de 12 mil centros de enseñanza ubicados en los 298 municipios del país centroamericano.
Esta acción es de suma importancia para las zonas rurales, donde hay déficit de instituciones educativas y de las que existen muchas no tienen las condiciones requeridas.
Ya en sus primeros cien días de gestión se incrementó el presupuesto destinado a la Secretaría de Educación y se volvieron a implementar los Programas de la Alimentación Escolar y matrícula gratis, que contribuyen a poner un freno al abandono del estudio por niños y jóvenes.
Asimismo más de 10 mil estudiantes y maestros se han beneficiado con tabletas y computadoras, adquiridas por la Secretaría de Educación para garantizar una mayor calidad en el aprendizaje.
Entre las acciones desarrolladas por el gobierno de Xiomara Castro está igualmente el otorgamiento de becas para favorecer la continuidad de estudios, incluso universitarios y de postgrados.
Un objetivo prioritario es reducir el analfabetismo, cuyo índice se disparó a 12% en los años de neoliberalismo. De ahí que se haya implementado una vez más el método cubano de alfabetización "Yo sí puedo", que benefició a sectores vulnerables durante el mandato de Manuel Zelaya, depuesto por un golpe de estado en junio de 2009.
Con ese fin educadores de la Mayor de las Antillas trabajan en varios departamentos como asesores para la aplicación del programa, reconocido por su eficacia y economía.
El gobierno que preside Xiomara Castro trabaja por una educación inclusiva y de calidad, para brindar a los hondureños mejores perspectivas de vida y avanzar en el desarrollo económico y social del país centroamericano.
