Por María Josefina Arce

Las autoridades sanitarias de Cuba se mantienen atentas ante el incremento en otras naciones del área de casos de cólera para evitar la entrada al territorio nacional  de esa enfermedad, que puede causar la muerte en cuestión de horas si no se trata.
   
Se ha reforzado la vigilancia en terminales aéreas y marítimas, un mecanismo que se activa siempre que se reportan en otros estados dolencias que representan una amenaza para la salud pública.
   
Recordemos por ejemplo, que desde que aparecieron los primeros casos en el mundo de COVID 19, en nuestro país de inmediato se fortaleció el control sobre los viajeros que llegaban a las terminales aéreas y marítimas.
    
Aunque el sistema de vigilancia se activa en todo el archipiélago, se ha hecho énfasis en zonas como la oriental provincia de Guantánamo dada su cercanía a Haití, donde desde el año pasado se registró un resurgimiento de la enfermedad que se ha propagado a un ritmo vertiginoso.
    
De acuerdo con las autoridades quienes arriban a esa provincia son sometidos a quimioprofilaxis, con una dosis de doxicilina, como parte del control sanitario internacional.
   
Asimismo, ante cualquier posible  síntoma de esta dolencia se pone en marcha el sistema de respuesta rápida para el control de foco y se realiza el test rápido.
    
Es bueno aclarar que en nuestro país no se han reportado por el momento casos de esa enfermedad, que no obstante conoce el personal cubano de la salud, que brindó su ayuda a Haití en 2010 cuando a meses del fuerte terremoto que devastó a esa nación caribeña se desató el cólera.
    
La labor desplegada por los médicos y  enfermeras de la Mayor de las Antillas fue destacada por las autoridades locales y organismos internacionales, que subrayaron su presencia en lo más recóndito y difícil de la geografía haitiana.
   
Cuba, que ya brindaba ayuda solidaria a Haití desde antes del sismo, notificó los primeros casos y fue la primera nación en ofrecer más personal de salud, ante el  llamado de la ONU.
   
En los centros administrados por los cubanos, reconocieron las autoridades, se registraba la tasa más baja de mortalidad de todo el país.
    
Ahora como en ocasiones anteriores ante la aparición o incremento de casos de determinadas enfermedades, Cuba se mantiene atenta y no baja la guardia para proteger a la población.