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Por María Josefina Arce

Diversos gobiernos del Perú han intentado poner en marcha el polémico proyecto minero de cobreTía María y todos sin excepción, han chocado contra la resistencia de la población del Valle de Tambo, en la provincia de Islay, departamento  de Arequipa, en el sur del país.
  
Ahora el gobierno golpista de la designada presidenta Dina Boluarte ha dejado entrever su interés de reactivar el plan, que a lo largo de los años ha ocasionado protestas y enfrentamientos con las autoridades.
  
Tía María es el conflicto social más antiguo en Arequipa. En 2009 en una consulta popular casi la totalidad de la población se pronunció contra el proyecto por los daños que ocasionaría a la agricultura y el medio ambiente.
  
Sin embargo, se ha intentado en  varias ocasiones ponerlo en marcha. Como resultado de 2011 a 2015 se registraron en la zona enfrentamientos entre las fuerzas policiales y manifestantes, así como varios paros
  
En 2019 se realizó en la región un nuevo paro, el cuarto desde que se inició el conflicto y que se extendió por más de 100 días.
   
Los pobladores de Islay afirman que el proyecto minero pondría en riesgo más de 13 mil hectáreas de cultivos que abastecen de alimentos a cuatro millones de peruanos.
  
El peligro de contaminación que representaría para los recursos hídricos es otra de las alegaciones de los habitantes de la zona contra la puesta en marcha de la mina a cielo abierto Tía María.
   
Personas, animales y actividades económicas de la región se abastecen de agua del Río Tambo y de sus canales, que en periodos de estiaje presentan altas concentraciones de cloruro, aluminio y plomo, situación que podría agravarse con la explotación de la mina.
   
Durante la campaña electoral de 2021, Boluarte, candidata por ese entonces a la vicepresidencia, firmó un compromiso con la población del Valle de Tambo, en el que garantizó la cancelación definitiva del proyecto minero Tía María.
   
Sin embargo, ahora como mandataria designada, tras el golpe de estado de diciembre de 2022 contra el presidente electo en las urnas Pedro Castillo, olvida una vez más sus compromisos con los peruanos.  
   
Las autoridades de Arequipa han abogado porque se incentiven otras actividades económicas como el turismo y la agricultura. Han dejado claro su rechazo al proyecto Tía María por sus consecuencias negativas para los habitantes de la región.