Cerca de 11 millones de personas de 30 naciones han aprendido a leer y escribir con el
programa cubano. Imagen ilustrativa tomada de Prensa Latina
Por: María Josefina Arce (RHC)
El método cubano de alfabetización "Yo sí puedo" sigue marcando la diferencia en el mundo.
Ahora la buena noticia llega desde Brasil. En el municipio Maricá, de la Región Metropolitana del estado de Río de Janeiro, más de mil brasileños, entre adultos y jóvenes, aprendieron a leer y escribir.
En el gigante suramericano se han alfabetizado unas 100 mil personas de varias regiones con este programa nacido por iniciativa del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz (1926-2016).
Sus antecedentes están en la campaña de alfabetización desarrollada por radio en Haití por educadores cubanos.
Foto: Alberto Borrego
Ha sido empleado con éxito en diversas naciones de América Latina y el Caribe. Es así que la implementación de este método en Venezuela permitió alfabetizar a tres millones 500 mil venezolanos.
En 2005 la UNESCO, Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, le otorgó a ese hermano país la condición de "Territorio Libre de Analfabetismo".
Esta condición también le fue concedida a Bolivia, en 2008; y a Nicaragua, un año después, gracias al empleo del método cubano, calificado de económico y eficiente por organismos internacionales como la UNESCO.
Pero, "Yo sí puedo" ha rebasado las fronteras de nuestra región y llegado a distantes zonas geográficas. Ese es el caso de Australia, donde han sido beneficiadas comunidades aborígenes y el programa gana cada día terreno desde que se inició su utilización en 2012.
Igualmente, se ha implementado en Nueva Zelanda y en otras partes de Oceanía; en varias naciones de África y hasta en Europa. La ciudad española de Sevilla vivió esa experiencia y tuvo una gran aceptación entre la población iletrada.
Adaptado a diferentes realidades sociales y lenguas, "Yo sí puedo" ha transformado la vida de numerosas personas humildes, que no habían tenido la posibilidad de acceder a la educación o se vieron obligadas a trabajar desde edades tempranas para ayudar a la familia.
Es por demás, un método inclusivo, que no discrimina a ningún ciudadano deseoso de aprender, pues cuenta con versiones para ciegos, sordos e individuos con problemas intelectuales leves.
Hasta la fecha, cerca de 11 millones de personas de 30 naciones han aprendido a leer y escribir con el programa cubano, que en 2006 recibió el Premio Rey Sejong, que otorga la UNESCO.
Sin dudas, "Yo sí puedo" es una humilde contribución de Cuba a la alfabetización en el mundo y que ha significado para muchos una nueva perspectiva de vida.
