Elecciones en Estados Unidos

por Guillermo Alvarado

El año que estamos empezando será complejo en Estados Unidos debido a la celebración de las elecciones presidenciales, legislativas y de gobernadores en medio de muchas presiones internas e internacionales que pondrán en más de un apuro a los ciudadanos a la hora de decidir su voto.

Lo más relevante sin duda alguna es optar por el próximo inquilino de la Casa Blanca, por cuyas llaves pelean hasta ahora los mismos candidatos del evento anterior, el imprevisible magnate Donald Trump y un decepcionante Joseph Biden que está muy por debajo de lo esperado por sus compatriotas.

Como es bien sabido, para Trump el camino hacia el despacho oval es una verdadera carrera de obstáculos, sobre todo desde el punto de vista legal pues tiene acumulados varios litigios incluido uno, el de rebelión, que podría poner fin a su carrera política.

Justo el sábado reciente se cumplieron tres años del ataque a la sede del Parlamento estadounidense en Washington y todas las miradas apuntan al antiguo presidente como principal organizador del bochornoso espectáculo, que dio al traste con el mito de la democracia perfecta en esa potencia.

Además tiene problemas fiscales y líos de faldas todavía no resueltos.

Pero Biden tampoco está tranquilo porque ya su apoyo incondicional al genocidio que comete Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza comienza a pasarle la cuenta, fuera y dentro de su país.

Hace unos días hubo una manifestación en el Congreso de California donde, entre otras cosas, grupos de personas llamaron la atención sobre cómo las bestialidades sionistas en el Oriente Medio se llevan a cabo con bombas, proyectiles y otros equipos fabricados en Estados Unidos.

Uno de los carteles exigía al gobierno dedicar los impuestos que paga la gente común y corriente a mejorar la salud, vivienda, educación y la lucha contra el cambio climático, y no a la guerra en otros lugares del mundo.

El senador Bernie Sanders aseguró que "Los contribuyentes de Estados Unidos ya no deberían ser cómplices en la destrucción de las vidas de hombres, mujeres y niños inocentes en Gaza. Juntos tenemos que encontrar una mejor manera de proceder".

Pero hay otra arista más compleja para Biden y es que de prosperar la demanda impuesta por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Penal Internacional, el gobierno de Estados Unidos será sentado en el banquillo de los acusados como coautor de graves delitos contra la humanidad.

¿Se imaginan un escenario donde el ciudadano de ese país tuviese que escoger entre un criminal común, o uno de guerra?  Sorprendente, ¿no?