Imagen ilustrativa tomada de La Radio del Sur

Por Roberto Morejón

Después de meses al acecho, un órgano de justicia estadounidense se apoderó mediante procedimientos inauditos de un avión venezolano, comprado a Irán.  

Estados Unidos incautó un avión venezolano de carga Boeing 747-300M, retenido en Argentina desde 2022, y lo condujo hasta un aeropuerto en la Florida.

La aeronave era propiedad inicial de la compañía iraní Mahan Air, a la que Estados Unidos sanciona, como al propio país persa, como parte de sus coerciones internacionales basadas en argumentos unilaterales.

La aeronave permaneció inmovilizada en Argentina con ordenamientos plagados de irregularidades y ningún tribunal pudo comprobar la comisión de delitos.

La maniobra de traslado del aparato, denunciada por Caracas por alejarse de las rutinas usuales al sobrevolar otras naciones, tuvo la colaboración de las actuales autoridades argentinas.

Venezuela e Irán reaccionaron contundentemente a la confiscación del avión de la empresa estatal Emtrasur, filial de Conviasa.

El gobierno venezolano y la firma propietaria calificaron la maniobra de robo descarado, violación de las normas de la aviación civil y de derechos comerciales y políticos y ejercicio que colocó en riesgo la seguridad aeronáutica de la región.

El país sudamericano advirtió con responder de forma directa y proporcional, en tanto un portavoz oficial iraní juzgó el hecho de incautación ilegal y secuestro, además de anunciar respaldo a los esfuerzos legales y diplomáticos de Venezuela para recuperar el aparato.

No es casual que Estados Unidos se apoderara de un bien perteneciente a Venezuela, pues ha aplicado más de 900 sanciones a ese país, por molestarle su rumbo político y decisiones soberanas.   

El país del Norte confiscó la empresa CITGO, con sede central en la ciudad de Houston, con el argumento de pasarle el control a representantes de la extrema derecha venezolana, alineada con la Casa Blanca.

La potencia militar presiona a Venezuela para que le abra el camino a una ultraconservadora candidata a la presidencia, inhabilitada por los órganos locales de justicia.

Así actúa Washington en relación con Venezuela, al que le incauta ahora una aeronave que, llamativamente, en sus primeros viajes fue utilizada para llevar ayuda a países caribeños y centroamericanos, víctimas de graves estragos por catástrofes naturales.