Díaz-Canel en reunión con representantes del sector agrícola de EE.UU. (Foto:cubaminrex.cu)
Por Roberto Morejón
Las visitas de delegaciones comerciales pudieran ser frecuentes entre Cuba y Estados Unidos dada su proximidad geográfica, aunque el bloqueo lo impide.
No obstante, resalta la persistencia del importante sector agrícola de aquel país por explorar posibles vínculos comerciales.
Lo hace en medio de la espesa red legal inherente al cerco y el acoso a cualquier vestigio de negociación de legisladores de alegado origen cubano.
En ese contexto se inscribe la visita a La Habana de un grupo de composición tan importante de la rama agrícola estadounidense, organizado por NASDA, siglas en inglés de la Asociación Nacional de Departamentos de Agricultura de Estados Unidos.
Si bien empresarios, granjeros y otros exponentes de la rama agrícola de la nación de América del Norte han viajado al país caribeño en varias ocasiones, esta es la primera en que lo hacen bajo el auspicio de NASDA.
Los cubanos valoran altamente estos esfuerzos de cultivadores norteños por buscar puentes comerciales aun con tantos obstáculos y a sabiendas de que, como afirman, posibles ventas al archipiélago caribeño ayudarían a los negocios y a crear empleos allá.
Cuba es un mercado de interés, sin dimensiones acentuadas, pero 80 por ciento del área agrícola es gestionada por formas no estatales, con cerca de tres mil cooperativas.
De ello han conocido los empresarios, granjeros y funcionarios que se han desplazado anteriormente a La Habana, como los participantes en la cuarta Conferencia Agrícola entre ambos países que tuvo lugar en abril de 2023.
Recordemos que el activismo de los granjeros fue determinante para que en el año dos mil el Congreso estadounidense aprobara una ley que permitió exportaciones a Cuba.
Sin embargo, las condiciones al amparo de ese instrumento son perjudiciales, por las maniobras de sectores contrarios a la colaboración bilateral.
Esa peculiaridad es de dominio de los secretarios de Agricultura de varios Estados de visita en esta capital, pero también saben de la existencia de un potencial real de intercambio cuidadoso y de provecho mutuo.
Así lo ha constatado Paul Johnson, copresidente de la coalición Agrícola por Cuba de Estados Unidos, ahora entre los viajeros.
Él reconoce que las relaciones agrícolas entre ambos países son insuficientes y existe voluntad de ambas partes de hacer más.
Pero, como dijo Johnson anteriormente en La Habana, “estamos perdiendo oportunidades y estamos cansados de perderlas”.